Shakhtar Donetsk, el club que se viste de héroe para ayudar a los soldados ucranianos

El equipo ucraniano ha destinado 25 millones de dólares para ayudar a niños huérfanos y personas desplazadas por la guerra contra Rusia

Taras Stepanenko, Andriy Pyatov con Vitalii Shumei, soldado ucraniano herido en la guerra (Jennifer Seefoo)
Jennifer Seefoo
Barcelona, España /

“Para ti, Shakhtar, campos verdes. Shakhtar, mi destino para siempre. Que brilles en ciudades extranjeras” canta la afición minera en las tribunas del exilio. En Dombás apenas se pueden escuchar las notas del respetado himno, opacadas por el estruendo de lo que muchos quisieran fuera un potente disparo al travesaño. En las trincheras es mejor recordar aquellos balonazos callejeros que terminaban en la ventana del vecino, que entender la cruda realidad de los cristales rotos provocados por la guerra.

En esta región, en la ciudad de Avdíivka, Vitalii Shumei, comandante de misiles antiaéreos de largo alcance, defendía su hogar, a su gente y su patria, hasta que un proyectil cayó en su trinchera. Ese 25 de agosto del 2022, el soldado de 34 años cayó herido, el estallido le había perforado el cráneo, lo que le provocó graves lesiones cerebrales.

Vitalii estuvo meses en un hospital ucraniano sin poder moverse, a la espera de un milagro, que llegó de la mano del actual campeón de la Liga Premier Ucraniana: Shakhtar Donetsk.

“Si no fuera por el Shakhtar, no hubiéramos llegado hasta aquí”, dice Serhii Shumei, padre de Vitalii y quien ha estado a su lado desde su agonía en Ucrania hasta su traslado a Barcelona. “Nos financiaron, nos dieron transporte, ambulancia” explica agradecido no solo por el compromiso social, sino por la atención que el club les ha brindado en todo momento, incluso le otorgaron la medalla de campeón. “Estaba feliz y orgulloso mostrando la medalla a todas las personas que me llamaban desde Ucrania y desde Europa. El Shakhtar consigue medallas en un campo de futbol y nosotros, en un campo de batalla”.

Vitalii Shumei fue alcanzado por un proyectil, el cual le perforó el cráneo tras haber estallado y sufrió graves lesiones cerebrales (Jennifer Seefoo)

A través de su fundación, Shakhtar Social, el equipo de Donetsk destina aproximadamente 100 mil euros para la atención de cada soldado que ha socorrido, a los cuales mandan a países como España o Estados Unidos si necesitan atención especializada, como fue el caso de Vitalii Shumeii; también ha procurado a 30 niños que se han quedado huérfanos por la guerra, de los cuales 17 ya tienen un nuevo hogar, haciéndose cargo de todos los gastos; así como de la atención de más de dos mil personas desplazadas a través de un refugio implementado en su estadio, en la ciudad de Leópolis. Todo esto ha implicado una inversión de 25 millones de dólares, casi una cuarta parte de lo que está valuada su plantilla actual (112 mdd de acuerdo al sitio especializado Transfermarkt).

El sueño de regresar a casa

Desde que inició la guerra, el club se ha vuelto un soporte para la sociedad. “Hasta el 2014, el equipo era del Este de Ucrania, pero no de toda Ucrania. Ahora el Shakhtar representa a toda Ucrania. El equipo, el club, los proyectos sociales ayudan a toda la gente, hasta a los programas sociales del presidente. Personas como Vitalii, soldados, refugiados. Shakhtar hace mucho por Ucrania y en este caso pienso que mientras más clubes, como hace el Shakhtar, le dieran esa oportunidad a la gente de tener algo de alivio sobre la situación por la que atraviesa Ucrania, sería mucho mejor para nuestro país” comenta Taras Stepanenko, capitán del conjunto minero que este martes –previo al juego contra el Barcelona en la Champions– visitó a Vitalii en el Instituto Guttmann.

Taras Stepanenko, delantero del club y Andriy Pyatov, ex portero, visitaron a Vitalii (Jenifer Seefoo)

El delantero quiso estar presente en la visita institucional del club, se lo debe a sus soldados, a su gente. “Realmente uno siente muchas emociones y solo puedo expresar mi gratitud al Shakhtar por tomar la decisión de ayudar a este chico, por traerlo a Barcelona. Entiendo que es muy difícil porque no se puede mover, toma muchos medicamentos, tiene una lesión realmente grave, pero en mi opinión él siente, él puede entender lo que le dijimos” explicó al salir del hospital. “Cuando los ves, ves ese espíritu, ves casos de cómo cayeron, cómo fueron heridos en la guerra, te das cuenta de que tienes que ser más fuerte. Estas personas dan su vida, dan su salud por nuestro país, es por ello que nosotros no podemos rendirnos”.

Taras piensa en su gente, ya les han dado el título de Liga, aunque a veces piensa que nada es suficiente. Escucha a Serhii decir “somos gente buena, no se rindan”. Lo intentan, aunque “cada año que ha jugado en el Shakhtar la historia cambia”, algo sí tienen claro, o por lo menos idealizado: volver a casa.

“En Donetsk tenemos sin jugar desde el 2014. Es mi sueño, tengo 34 años y no sé cuándo va a terminar la guerra, cuándo ganará Ucrania, pero deseo, sueño y rezo por eso, por un día jugar en el Donbass Arena. Quizá como un veterano del club o en algún juego de caridad, no lo sé, pero tienen que pasar y espero que sea lo más pronto posible”.

El próximo mes la familia Shumei regresa a Ucrania. El traslado de Vitalii está preparado con el apoyo del hospital barcelonés. Su recuperación total tardará entre 6 meses a un año. Hasta ese entonces, el Shakhtar seguirá a su lado, financiera y emocionalmente. Porque en el futbol el apoyo va de la tribuna al campo y viceversa.


AVV

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