Un enfrentamiento entre los aficionados de los equipos rivales Motagua y Olimpia en el Estadio Nacional de la capital de Honduras dejaron cuatro personas muertas y provocaron la suspensión del clásico del futbol hondureño.
La violencia inició cuando los hinchas del equipo Olimpia lanzaron piedras el sábado por la tarde al autobús en el que viajaban los jugadores de Motagua, rompiendo las ventanas y causando heridas a tres futbolistas. El hondureño y exjugador del Celtic de Escocia, Emilio Izaguirre, sufrió una herida cerca de los ojos. Además resultaron heridos el paraguayo Roberto Moreira y el argentino Jonathan Rougier.
Después de los altercados, la Liga Nacional y la policía suspendieron el partido.
Sin embargo, también se desató una trifulca entre los aficionados de los equipos, con golpes por todas partes y disparos que se oían. La policía utilizó gas lacrimógeno para dispersar a la muchedumbre, que llevó su pelea dentro del estadio de Tegucigalpa.
Tres aficionados fallecieron el sábado y un cuarto el domingo, informó Juliette Chavarría, portavoz de un hospital. Cuatro de los heridos fueron dados de alta, mientras que otros tres siguen en condición estable, agregó.
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El portavoz de la policía hondureña Jair Meza dijo que las autoridades detuvieron a un sospechoso armado que presuntamente participó en la trifulca.
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El estadio mantendrá sus puertas cerradas hasta nuevo aviso. La Liga Nacional no ha fijado una nueva fecha para que se dispute el juego.
"Lamentamos que se den ese tipo de situaciones y yo llamo a los aficionados de Olimpia y de los demás equipos de la Liga Nacional a evitar realizar ese tipo de actos que dañan el futbol", expresó el presidente de Olimpia, Rafael Villeda.
Los hinchas de Motagua y Olimpia han tenido enfrentamientos mortales en el pasado.
CECH