Al contragolpe, en el minuto 48, tras un saque de esquina a favor del West Ham, el Wolwerhampton corrió fuera del descenso, del que salió con el derechazo de Daniel Podence, que conectó un rechace para marcar el 1-0 y reafirmar la reacción del equipo desde que lo dirige Julen Lopetegui.
Esa acción, dirigida entre Nelson Semedo y Matheus Nunes, marcó la diferencia este sábado entre los lugares del descenso, a los que cayó el West Ham, con su séptimo encuentro sin ganar y su sexta derrota en las últimas seis citas en la Premier League, y la zona de permanencia, a la que subió el Wolves, que no estaba fuera de los últimos tres puestos desde septiembre.
Tiene mérito Lopetegui, que, desde que asumió el cargo, sólo ha perdido uno de sus nueve encuentros dirigidos al Wolwerhampton (0-1 con el Manchester United) entre todas las competiciones, con cuatro victorias y cuatro empates, y que ha igualado en cuatro jornadas los mismos triunfos que logró su equipo en los quince capítulos anteriores, aún sin él: dos.
Aún debió resistir el Wolwerhampton, porque el West Ham rebuscó el empate, porque el larguero repelió un magnífico tiro de Rubén Neves, ya con 1-0 a su favor, y porque el 2-0 de Raúl Jiménez fue invalidado por un fuera de juego por centímetros.
FCM