Cristiano Ronaldo volvió a mostrar su apetito goleador con su tercer tanto en dos partidos, pero el Manchester United, lastrado por la expulsión de Aaron Wan-Bissaka, cayó derrotado en el tiempo añadido ante el modesto Young Boys (2-1)
El delantero luso, después de su doblete ante el Newcastle en la Premier League, abrió el marcador en Berna, pero una infantil expulsión de Wan-Bissaka propició que el Young Boys se volcara y lograra el empate por medio de Moumi Ngamaleu y el tanto de la victoria en el minuto 95 tras un flagrante error de Jesse Lingard, que dejó solo delante del portero a Siebatcheu.
Trece minutos le costó a Cristiano marcar también en Europa. Menos de un cuarto de hora tardó en funcionar la conexión lusa con Bruno Fernandes, que le sirvió un exquisito centro con el exterior de un pie, cruzando todo el área, para que Cristiano solo tuviera que colocar la pelota entre las piernas del portero suizo.
Gol número 135 de Cristiano en la Liga de Campeones en su partido 177, el que le iguala con Iker Casillas como el que más ha disputado en la competición.
Lo que era una oda al futbol ofensivo de Cristiano, pronto se convirtió en un ejercicio de resistencia del United. Poner el muro atrás, evitar que, con diez, creciera el Young Boys, aguantar el marcador y esperar a que Cristiano, como único jugador en punta, cazara una.
Pero la pared duró media hora. A 25 minutos del final, se produjo una conexión a tres que hizo el empate. Centro desde la derecha, toque de Elia y Ngamaleu se adelantó a un lento Raphael Varane para batir a De Gea.
El empate no contentaba al Young Boys, que apretó hasta el final y se llevó el triunfo en el minuto 94, cuando Lingard hizo una horrorosa cesión, dejó solo delante del portero a Siebatchu y éste definió ante De Gea.
La derrota supone el primer varapalo para el United de Cristiano, que ahora tendrá que remar mucho para mejorar su situación en el grupo.