América no brilla, pero gana, es un equipo efectista y no uno que entre por la retina y enamore, avanzan el torneo y la cosecha de puntos va siendo positiva, pero las sensaciones no son las mejores, pero le alcanza para sumar de a tres. El triunfo por 1-0 sobre Puebla lo mantiene en la parte alta de la tabla.
Roger Martínez fue el héroe, porque fue quien tuvo la lucidez para romper la monotonía al partido, el colombiano empieza a ser un revulsivo saliendo desde el banco y solucionando juegos que se le complican a las Águilas. Segundo gol del cafetalero que gana adeptos con Santiago Solari.
Y es que el discurso del entrenador argentino, quien espera que su equipo sea mejor que el día anterior y vaya creciendo, no acaba de trasladarse al campo. No despega América, no es ese equipo que deguste y muestre espectáculo, va en una marcha lenta algo más de lo normal, porque este equipo en tiempos recientes no concedía esas permisiones.
El partido contra Puebla arrojó muy poco de las Águilas, apenas un par de emociones producto más de los trompicones que de un buen juego, el cuadro de Solari era más atrabancado, pero ni así llegaba a posicionarse de cara al arco contrario. Se topó con un equipo poblano bien estructurado que tenía muy claro su libreto para incomodar a las Águilas.
La parte creativa de América no logró activarse, se sabía que Lainez, Córdova y Suárez estaban en el campo porque figuraban en la alineación, pero su juego fue nulo, ninguno de ellos asumió un papel de agitador, ninguno de ellos encaró, ninguno de ellos desbordó ni se asoció para ir avanzando metros. Si ellos, que eran los responsables de esas tareas no brillaban, las opciones de marcar disminuían.
Puebla se sentía cómodo, le complicó al América su juego ofensivo, presionaba y replegaba con mucho sentido, aunado a que nadie en las Águilas tocaba arrebato. El juego cayó en la monotonía, solo se pudo salir de dicho estado con un tiro de media distancia de Chucho López que fue bien rechazado por el portero de La Franja.
Solo en un par de ocasiones Jorge Sánchez se agregó y hubo un par de aproximaciones, pero ninguna fue de mucho peligro. Lo más claro llegó en pelota parada, cuando Aguilera cobró un tiro libre, el argentino sacó un tiro que buscaba la escuadra, pero el portero Anthony Silva evitó el gol con un buen manotazo, aunque la pelota quedó viva para Naveda, el mediocampista remató de mala manera con el exterior y no con el interior. Se perdió la más clara al 41’.
La tónica del partido no cambió, América seguía sin elaborar alguna jugada de peligro. Aunque Puebla tampoco lo hacía, los visitantes tenían el partido en un escenario que no les desagradaba. A la hora de partido Solari buscó agitar a su equipo con el ingreso de Aquino por López y de Roger por Suárez, más peso en medio campo y en ataque. Y de nuevo Roger tuvo la onza de su lado, fue quien abrió el ostión poblano.
Un despiste de la defensa de Puebla en medio campo y en el rechace le permitió a Córdova robar la bola, ésta le quedó al colombiano que la tomó y echó mano de su potencia, un tiro raso y secó con derecha que se le coló al portero Silva entre las piernas. América ganaba con lo justito.
Lainez tuvo un momento de lucidez y desbordó por la banda, mandó un buen centro para Henry que empalmó la pelota. No le pasó nada más al juego, América cuidó su ventaja y Puebla tampoco se aceleró. Las Águilas se van a la cama como líderes, pero aún están lejos de ser un equipo que seduzca, pero ya se sabe que una de las máximas del futbol dice que es mejor trabajar con la victoria que con la derrota. A los de Coapa les falta mucho para ser lo que se espera que sean.