América mejora, pero no le alcanza para regresar al camino de la victoria, no gana porque le hace falta solvencia defensiva, tener los nervios a tope cuando se pone en ventaja. Ya suma cinco juegos sin victoria, un terreno desconocido bajo el mando de Miguel Herrera. Esta noche empató a dos goles con Querétaro, un resultado que sabe a poco y que deja claro que hace falta mucho, trabajo en todas las facetas del juego para reencontrarse con la victoria.
Había expectación por ver a América con un cuadro más completo, fueron muchas semanas las que vivió el cuadro de Coapa en la adversidad, así que tocaba verlo ante un equipo de buenas hechuras como los es Querétaro, porque los Gallos se han convertido en una escuadra de garantías bajo el mando de Víctor Manuel Vucetich.
Y el partido no decepcionó, porque se cruzaron dos equipos decididos a hacer daño al rival, se buscaron la cara y alternaron el dominio. A las Águilas ya se le ve mejor cuerpo, mejor asociación y más volumen de juego.
Miguel Herrera mandó un cuadro con más pedigro en el que debutó Richard Sánchez, el paraguayo no desentonó como el socio de Guido en el medio campo, tomó buenas decisiones con el balón en los pies y se proyecto al ataque, incluso tuvo un remate que no acabó en gol por una buena atajada del portero Gil Alcalá.
Hubo minutos en los que América asumió el mando y la iniciativa, pero no lograba plantarse con peligro ni chutar a gol, sus buenas intenciones no prosperaban, pero se veía un equipo voluntarioso. Y Querétaro no se estresó, al contrario, se mostró serio y presentó esas armas que lo tienen situado en la parte alta de la tabla.
Avisaron los Gallos con un tiro de Fabián Castillo que se fue por encima. La respuesta de las Águilas llegó con Roger Martínez, el colombiano bajó una pelota en el área y tiró, pero Corral defensivo la bola justo a tiempo. Ninguno se escondía y alternaban el dominio. Gio y Richard montaron una pared que la defensa queretana cortó antes de que prosperara.
Y cuando parecía que mejor lucía América, Castillo hizo de las suyas, el colombiano fue una pesadilla para Paul Aguilar al que le superaba con facilidad a base de potencia, el queretano se fue del azulcrema y tiró una pared con Ake Loba; Fabián quedó solo y, al 29’, remató con fuerza que Ochoa no pudo hacer nada.
América estaba obligado a reaccionar y lo hizo, mostró orgullo y tardó un santiamén en igualar el partido. Renato sacó un tiro que fue desviado por Pereira, la bola se elevó y picó en el área, Henry Martín fue más rápido que Alcalá y le punteó la pelota al portero visitante para igualar el marcador al 31’.
Cada equipo continuó a lo suyo, América tuvo para ponerse en ventaja, pero Roger se la perdió y remató mal. Loba hizo lo mismo. Luego vino la atajada de Alcalá al remate de Richard que mandó a los Gallos con vida a los vestuarios.
Misma temperatura tras el descanso, a la espera de ver con quién agitaba el Piojo a su equipo y lo revolucionaba en ataque.
A la espera de los cambios, el que tuvo el gol fue Giovani, pero no pudo empalmar con fuerza un desborde de Roger Martínez, entonces el Piojo se decidió por Benedetti en lugar del propio Giovani. Y luego mandó a Viñas por Richard; en principio un rostro más agresivo.
Y América, que se había llevado un par de sustos, logró el segundo. Viñas tocó en el medio para Henry y éste vio un hueco por el centro y se puso en modo correcaminos, se llevó a tres jugadores y ante la salida de Alcalá definió cruzado al 78’ para el 2-1.
Sin embargo, el éxtasis duró un minuto, porque eso tardaron los Gallos en responder, cuando Escoboza le pegó de fuera del área y un desvió de Jorge Sánchez venció a Ochoa. No pudo recuperarse América, que sumó otro empate en casa, un mal resultado porque ha perdido posiciones en la tabla. Esta semana, con jornada doble, es capital para las Águilas, con la visita a Juárez y el Clásico Nacional.
FCM