La Liguilla se terminó para el América Femenil, queda el partido de vuelta, pero visto lo visto está demás, será un mero trámite, porque la superioridad de Tigres quedó de manifiesto en el juego de ida de los cuartos de final. Las felinas vinieron a Coapa para dominar a las Águilas y lo hicieron a punta de golazos y con un juego coral. Un 0-4 que deja la eliminatoria sentenciada, con América eliminado desde el juego de ida y con las felinas como las primeras semifinalistas.
Y aunque se piense que todo puede pasar en el futbol, América debe ir a hacer algo que no hizo en todo el torneo: ganar por cinco goles. Y es algo que Tigres tampoco ha permitido. El equipo de Roberto Medina demostró porque fue el mejor del torneo. Es un equipo bien balanceado y con una baraja de recursos. Mientras América es uno que no tiene rumbo.
Y es que Tigres no tardó en imponer su jerarquía, el conjunto de Roberto Medina salió decidido a dar un golpe de autoridad en la serie, impuso condiciones desde las primeras pulsaciones. Se llevó por delante a un América que no tuvo capacidad de reacción y vivió en alarma constante.
Tomó el balón el equipo felino, fiel a su costumbre, lo circuló de un lado a otro hasta encontrar un espacio por donde hacer daño. Lizbeth Ovalle aprovechó que la defensa estaba descolocada, desbordó por derecha y centró para Belén Cruz, quien le ganó la posición a las centrales y se anticipó a Masciarelli, un toque suave para mandar la pelota al fondo apenas al minuto 8.
Las felinas se movían con soltura, jugaban a placer en Coapa, la respuesta de las Águilas era endeble, más preocupadas por la defensa que en ataque, pero la tensión defensiva de las americanistas no estaba a la altura del compromiso . Un fallo en la salida permitió que Nancy Antonio desbordara por izquierda, una diagonal al corazón del área dejó a Stephany Mayor en franca posición, lanzó un derechazo que dejó sin opciones Masciarelli. A los 20 minutos las felinas tenían a las Águilas contra las cuerdas.
Un esbozo de reacción se dio con un tiro de Daniela Flores que Solís desvió con la mano al travesaño. Fue todo lo que tuvo el cuadro de Coapa, de ahí en adelante, el equipo de Hugo Ruiz cruzaba los dedos para que no hubiera más daño, porque Tigres fue un vendaval.
Nervios y desesperación en la zaga amarilla que sufría cada vez que las felinas tomaban la pelota, Belén Cruz se perdió el tercero en otro fallo defensivo y a María Sánchez Masciarelli le tapó un tiro en la frontal. Pedía tregua el conjunto americanista, pero Tigres no tenía piedad.
Aunque el equipo universitario bajó las pulsaciones, aceleró el ritmo en el segundo tiempo y desde el juego de ida anotó su nombre en las semifinales. Apenas iniciaba el complemento y las felinas apagaron cualquier esperanza de reacción americanista, Belén Cruz controló en la frontal y sacó un tiro con la derecha que entró muy cerca del ángulo superior izquierdo de Masciarelli.
Se desplomó el cuadro azulcrema, se vino abajo en lo anímico y en lo futbolístico. El partido se convirtió en un tiro al blanco de Tigres. Dominio total de la escuadra visitante que se paseaba con autoridad en Coapa y cuando se jugaba una hora de partido llegó el cuarto: Jackie Ovalle tomó la pelota en las afueras del área y sacó un tiro cruzado que superó el lance de la arquera amarilla. Contundente y lapidario 4-0 al minuto 61.
América no asomó la cabeza, fue borrado por Tigres, que no dejó de buscar el quinto, la desesperación y el sufrimiento era evidente en los rostros de las jugadoras americanistas, los ajustes de Hugo Ruiz no tuvieron efecto, el equipo estaba abatido.
No hubo más goles porque Tigres se dosificó, se guardó algo para el juego de vuelta. América tuvo un respiro, pero cuando el partido ya estaba liquidado. A las Águilas aún les queda ir a Monterrey para acabar la temporada, pero su andar en la Liguilla se ha finiquitado desde hoy.