Al Morelia le tocó vivir uno de esos episodios tristes y amargos. En los primeros días de junio la plaza quedó huérfana de futbol profesional. Sus dueños, sin importar que en 2021 la franquicia cumpliría 40 años en Primera División, decidieron llevarse al equipo a Mazatlán.
Fue un golpe tan duro que el mismo gobierno estatal tuvo que actuar y en cuestión de días concretó la llegada de otro proyecto deportivo con José Luis Higuera a la cabeza, así como varios empresarios locales incluidos.
“Buscamos que se tuvieran socios michoacanos que, con esta liga emocional, impidieran que cuando el equipo sea económicamente muy atractivo para venderse, se haga”, explica Carlos Herrera Tello, secretario de gobierno de Michoacán, a MILENIO-La Afición.
Otro punto que incluyó el gobierno estatal en la negociación con este nuevo grupo fue una penalización económica para que no se repita la misma historia.
“La última condicionante es que se garantizara en el convenio que el equipo nunca se volviera a ir de Michoacán, tiene una multa muy importante, que es símil de lo que vale una franquicia nacional si un día trataran de venderlo; para nosotros es muy importante que a la afición michoacana no le vuelvan a romper el corazón”.
Con carácter social
Herrera Tello confirma que no habrá una inversión económica por parte del gobierno del estado, pues la prioridad es atender la emergencia sanitaria que se vive en estos momentos, así que el único apoyo es la cesión en comodato del estadio Morelos y del Centro de Formación. Eso sí, uno de los compromisos más importantes con el nuevo grupo inversor fue la compra de los derechos del nombre de Atlético Morelia y el establecimiento de 50 escuelas de futbol en toda la entidad.
“Es importante que el proyecto tenga un ancla social, que a través del futbol, que es muy querido en Michoacán, nuestros niños y niñas tengan el ejemplo que con disciplina y deporte se puede llegar lejos. Que el equipo tuviera la puerta abierta y la oportunidad para que, a través del centro de formación y de las 50 escuelas que se van a crear, se forme una cantera de michoacanos”.
Por último, Carlos Herrera afirma que estará muy ligado al equipo para ver que todo lo pactado se cumpla: “Estoy muy al pendiente que sea un equipo de los michoacanos para los michoacanos, donde puedan jugar los chavos y las chavas michoacanas, que tenga al menos 50 escuelas en todo el estado de Michoacán, que tenga capital michoacano y que haya llegado para quedarse y no se vaya a ir”.
Sí, a Morelia le tocó vivir un episodio amargo, pero también la oportunidad de volver a renacer.