Los cambios establecidos en el formato de ascenso y descenso dentro del fútbol mexicano en todas sus divisiones, impiden a varios equipos subir de categoría y contar con una franquicia participando en el máximo nivel de este deporte en el país, además de elevar los bonos como organización deportiva, ante las decisiones tomadas por los consejos de dueños y la Federación Mexicana de Futbol.
Además de afectar a escuadras militantes en la ahora Liga de Expansión Mx, lanzada hace casi 3 años, el mismo caso sucede con los equipos involucrados en la Segunda División. A diferencia del candado puesto para la Liga Mx, la oportunidad de pasar de un tercer a segundo nivel es más factible.
De acuerdo al reglamento, el equipo integrante de la Serie A, la más importante al reunir a conjuntos con condiciones para pelear por el título de manera deportiva, se ganará el derecho a ser invitado por la Liga de Expansión y competir en sus torneos oficiales.
Para esto, primero debe ser campeón en uno de los dos torneos y medirse con el otro ganador en una final de temporada, o bien, llevarse ambos. Tras esto, será analizado por Mikel Arriola y los presidentes de clubes en la categoría y de reunir los requisitos en temas financieros, operativos, un estadio con el mínimo de capacidad y su organización, será aceptado.
Esta es la meta que buscan la Jaiba Brava del Tampico-Madero y la Universidad Autónoma de Zacatecas en esta edición de la temporada 2022-2023, cuya conclusión será el sábado 13 de mayo en el Estadio Tamaulipas. Mientras los segundos lucharon años por esta oportunidad, los celestes desean volver un año después de su venta a los dueños del Atlético La Paz.
Casos de éxito y rechazo
Estas condiciones le han sido favorables a algunos equipos integrantes y hasta protagonistas de la antes Liga de Ascenso, al grado de alcanzar la gloria. Ese éxito lo obtuvieron los Alteños de Tepatitlán, invitados en el 2020 y en su segundo torneo se llevaron dos trofeos, el Guard1anes 2021 y el Campeón de Campeones.
En esa misma temporada se sumaron al proyecto los Coyotes de Tlaxcala. Apenas con 6 años de creación y tras llevarse dos copas de Liga Premier entre 2016 y 2017, fue autorizado 3 años después y vive apenas su segunda Liguilla.
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El caso más reciente se encuentra en Durango. Al desaparecer de la Primera A por temas financieros, el conjunto de Alacranes volvió a esta categoría en el 2022 luego de un largo camino por la Segunda. Cumplió con las condiciones y el torneo pasado, Apertura 2022, pasó del repechaje a los cuartos de final.
Todo fue diferente para Freseros del Irapuato y Loros de la Universidad de Colima. Les rechazaron la solicitud con todo y sus torneos triunfantes. Otro más fueron los Gavilanes de Matamoros, sin ganar un certamen, pero acudieron a entregar la documentación.