"Mi México mágico…" Esta frase se convirtió en un ícono para describir situaciones surrealistas que suceden en nuestro país, y hoy al futbol mexicano esta expresión le cayó como ‘anillo al dedo’.
Terminó el torneo ‘regular’ con enormes sorpresas, pues Pumas, uno de los peores equipos de la Liga Mx, no solo logró remontar un marcador adverso de 1-3 y ganarlo 4-3 al actual campeón de nuestro balompié (que ha vivido un torneo de altibajos), si no que con escasos veintiún puntos, cosechados gracias a cinco triunfos, seis empates y seis derrotas, logró colarse a la repesca y luchar por un lugar en la liguilla, ampliando sus posibilidades de pelear por el título de liga.
Lo hecho por los universitarios y San Luis, equipo que también se colocó de último minuto nos demuestra lo accesible y hasta cierto punto, poco competitivo en lo que ha caído nuestro futbol, pues el líder de la competencia, América, que cosechó 35 unidades, 14 y 15 puntos de diferencia con ambos equipos (este contraste equivale a aproximadamente cinco victorias más), algún momento podría jugarse la gran temporada que realizó el conjunto de Santiago Solari ante uno de los peores del certamen, por lo que para muchos, el repechaje podría catalogarse como un premio a la mediocridad de algunos clubes.
El problema
Esta área de oportunidad del torneo mexicano recae en varios aspectos, uno de ellos es el hecho de suprimir el descenso, situación que hace caer a los clubes en el conformismo, ya que no perderán la categoría y únicamente tendrán que pagar una multa de 120 millones de pesos (lo que les costaría traer uno o dos refuerzos), un castigo que le sale muy barato a un año de vulgaridad deportiva.
Otro y el más importante de todos es el sistema de competencia, pues ahora con el repechaje, 12 equipos tienen la posibilidad de pelear por el título, premiando así una oscura temporada, pues con cinco triunfos y un empate en 17 jornadas tendrán la posibilidad de repesca, por lo que pueden aflojar más de medio torneo y meter el acelerador en la parte final, un premio a la ineficiencia futbolística de los clubes.
No hay comparación
Es difícil comparar la Liga Mx con otros sistemas de competencia, pues la mayoría se disputan torneos largos y el campeón se define con el equipo que más puntos haya conseguido en un año deportivo, pero se puede realizar el ejercicio.
El líder de La Liga de España es la Real Sociedad y el Real Madrid que es segundo en la clasificación y que en 13 jornadas disputadas han cosechado 28 puntos gracias a ocho victorias y cuatro empates, misma cantidad de puntos de Tigres, que se encuentra en el cuarto sitio y clasificado de forma directa a la liguilla.
Si los Txuri-urdines y el Real Madrid jugaran en México ya estarían calificados a falta de cuatro jornadas por disputar y posiblemente llegarán a la fecha 17 con más puntos de los que cosecharon las Águilas en todo el certamen.
En el caso de la Bundesliga (Alemania), los mismos puntos cosechados por Tigres en 17 jornadas los tiene el Bayern Munich en 11 fechas, gracias a 9 triunfos y un empate.
Ahora sí los torneos en México fueran largos, hoy América se estaría coronando como campeón, pues la suma de ambos torneos, 34 partidos disputados, las Águilas habrían sumado 73 puntos (35 unidades en el Apertura 2021 y 38 en el Guardianes 2021), pero traduciéndose a La Liga de España estos puntos le alcanzarían a los de Coapa para ubicarse en el quinto sitio de la tabla general por debajo de Sevilla (77 puntos), Barcelona (79 unidades), Real Madrid (84) y el el actual campeón Atlético de Madrid, quien cosechó 86 unidades. Eso sí, en dicho torneo se juegan cuatro partidos más que en México a lo largo del año.
Diferenciado con la Premier League en la que se disputan 38 fechas. El Manchester City se coronó con 86 puntos, así que a las Águilas les hubiera alcanzado para quedar en el tercer lugar por debajo del Manchester United que sumó 74 puntos y por encima del Liverpool que realizó 69 unidades.
Con esto nos damos cuenta que el sistema competitivo en México es muy engañoso, ya que lo mismo puedes competir 1 año y quedar entre los primeros puestos de las grandes ligas de Europa, o ser eliminado por un club que consiguió su boleto de última hora y con resultados muy inferiores a los del líder general.