El VAR da y quita. Si el miércoles pasado Cruz Azul se quejó amargamente por el penal que no se revisó en el videoarbitraje y le dio el triunfo a Toluca; hoy, en una jugada similar, en la que quizá se debía checar la falta de José Juan Vázquez sobre Luis Romo, el cuerpo arbitral aplicó la misma regla. Sí, con polémica, pero al final el superlíder del torneo sigue vive en este torneo, 3-1 sobre unos Diablos que murieron en la línea.
Al Cruz Azul del primer tiempo, muy poco qué reprocharle; jugó como en sus mejores partidos. Presión alta e intensidad en todas las zonas de la cancha, lo único que no tuvo, y al final de cuentas lo más importante en este deporte, fue contundencia. Al del segundo tiempo se le acabaron las ideas hasta que llegó el karma en forma de penal.
Reparto de golpes
Aunque Toluca avisó con dos disparos, Cruz Azul tuvo las más importantes con un cabezazo de Cabecita Rodríguez y a la siguiente jugada logró la igualada en el global a través de Bryan Angulo, al minuto 11. Un trazo largo encontró a Jonathan por lado izquierdo, de primera recentró la pelota al corazón del área donde Romo no llegó en primera instancia, pero justo atrás apareció el ecuatoriano para mandarla a guardar.
Sin embargo, el gusto le duró muy poco a La Máquina, ya que a los 14 minutos Rubens Sambueza hizo una gran jugada individual por lado derecho, se libró de la marca y alzó la cabeza, fue cuando tocó de manera magistral al espacio, donde Alexis Canelo llegó sin marca para conectar franco y vencer a Jesús Corona. Otra vez el cuadro celeste estaba contra las cuerdas.
Sin embargo, Cruz Azul no se echó para atrás y empezó a empujar hacia adelante. A la media hora Luis García se vistió de héroe con tres providenciales atajadas: la primera a un cabezazo de Pablo Aguilar, en la que recostó para desviar la pelota a tiro de esquina; la segunda, unos instantes después, en un disparo macizo de Orbelín Pineda al que reaccionó de manera soberbia, y la tercera, al contrarremate de Luis Romo que tapó con la pierna.
Matar o morir…
Iniciaron los últimos 45 minutos y, ahora sí, a arriesgar todo. Cruz Azul trató de envolver a Toluca con el ímpetu del primer tiempo, pero los Diablos eran peligrosos al contragolpe; es más, Castañeda tuvo la primera al quedar frente a la portería, pero abanicó su remate, cuando del otro lado Canelo estaba totalmente solo.
La intensidad de la primera parte se transformó en tensión y dramatismo. Cada minuto acercaba a los Diablos a las semifinales y condenaban a La Máquina al fracaso; por eso Juan Reynoso no quiso esperar más y trató de despabilar a su equipo desde el banquillo: Santiago Giménez, Ignacio Rivero y Elías Hernández ocuparon los lugares de Bryan Angulo, Juan Escobar y Orbelín Pineda. A Cruz Azul le quedaba 25 minutos de vida en el Guard1anes.
Y así llegó la recta final del partido con una Máquina que había perdido claridad. Sí, los fantasmas rondaban de nueva cuenta. A Reynoso ya no le quedó de otra que quemar sus últimos dos movimientos: Yoshimar Yotún y Misael Domínguez por Pol Fernández y Adrián Aldrete. Ya no le quedaba más.
El karma se hizo presente
A Cruz Azul se le agotaban las ideas hasta que el karma se hizo presente en el Azteca. Sí, un penal polémico que el árbitro no fue a checar en el VAR, pero ahora a favor de La Máquina y con Fernando Hernández como el silbante protagonista. Al minuto 77, Luis Romo ingresó al área, el Gallo Vázquez pasó por detrás de él, el celeste cayó y el nazareno marco la pena máxima indicando una zancadilla, muy apretada y muy polémica. No quiso ir al VAR a confirmarlo o retractarse.
Jonathan Rodríguez tomó la pelota y venció a Luis García. El gol tan anhelado llegó al 80’ para hacer retumbar al Azteca y a su 25 por ciento de aforo.
Ahora el boleto lo tenía La Máquina, que aguantó el tramo final, lleno de nerviosismo, pero salió avante; incluso, en la compensación, Santiago Giménez redondeó el triunfo. Toluca nunca fue menos, al grado que hizo temblar al líder de la competencia. 4-3 global para La Máquina y el sueño de la novena está intacto.
FCM