El proyecto para el rescate del Estadio de Fútbol en Altamira, la cual fuera casa de la franquicia de los Estudiantes que militó en la otrota Liga de Ascenso, incluso jugando la Copa Mx, vuelve a estar en la agenda del gobierno municipal. Su objetivo es contar con un conjunto profesional y darle la actividad al predio ubicado cerca del corredor industrial.
El inmueble que se localiza en sobre la carretera al puerto fue abandonado por la anterior administración estatal, encargada de la instalación cuya inversión realizó el dueño del equipo Enrique De Hita Ybale, escenario en varias ocasiones de partidos oficiales dentro de la división de plata en el fútbol mexicano.
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Al arrancar una nueva administración, el alcalde Armando Martínez Manríquez puja por la recuperación. Planteó tanto al Instituto del Deporte que encabeza Manuel Virués Lozano la opción y con la posibilidad de convertirse en centro de entrenamiento de la Jaiba Brava del Tampico-Madero, escuadra militante en la Liga de Expansión.
“Para el Estadio de Fútbol donde jugaban los Estudiantes de Altamira, queremos llegar a la función de comodato. Vamos a empezar a cotizar cuánto nos cuesta reconstruirlo y tener en las mejores condiciones. De entrada, designamos a alguien conocedor del deporte como es Carlos Arriaga (nuevo director)”, explicó.
El inmueble con capacidad para más de 10 mil asistentes, que también cuenta con oficinas, cocina, dormitorios y tres canchas adicionales, se inauguró en el 2003 en un partido entre Estudiantes y Pumas de la UNAM, estos últimos dirigidos por Hugo Sánchez. Tuvo partidos tanto en Ascenso como en la Segunda División.
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Al venderse la franquicia en el 2015 y convertirla en los Cafetaleros de Tapachula, el lugar empezó a deteriorarse. En el 2017, el ex gobernador Francisco García Cabeza de Vaca expropió el predio a pesar que la familia De Hita fungía como propietaria legal. La intención fue hacer un parque público al cual se le destinaron casi 80 millones de pesos. Dicho proyecto jamás se realizó.
Recientemente, Martínez Manríquez planteó la posibilidad de rescatar dicho escenario y ofrecerlo a la directiva de la Jaiba Brava, lo cual se dio de palabra antes de su presidente Álvaro de la Torre en julio pasado.