La Jaiba Brava del Tampico-Madero cuenta con una singular historia dentro del fútbol mexicano, al conformarse como franquicia a principios de la década de los Ochenta. A la par de ser un equipo competitivo en Primera División como en categorías inferiores, se involucró en polémicas con la Federación Mexicana de Fútbol (FMF), lo cual se repitió esta última semana.
Desde 1981 cuando se fusionó el Tampico FC y los Orinegros de Ciudad Madero, se han dado roces que van desde la negativa para jugar en el máximo circuito como la categoría de plata, el veto al Estadio Tamaulipas y rechazar a jugadores integrantes de la plantilla porteña en la Selección Mexicana.
El primer caso se dio precisamente en los torneos Prode 85 y México 86. El equipo dirigido por el chileno Carlos Reinoso se encontraba en su mejor momento y con talento nacional para estar en la Copa del Mundo celebrada en el país. Pese a jugar dos finales, directiva y afición argumentaron un boicot desde la Ciudad de México para que el entonces estratega nacional Bora Milutinovic no convocara al delantero Sergio Lira, el portero Hugo Pineda, el defensa Guadalupe Zavala y al mediocampista Benjamín Galindo.
El segundo caso se dio tres años después. Una supuesta agresión a un abanderado o árbitro asistente en el partido de local contra el América, de la temporada 88-89, impuso una sanción hasta entonces no vista, un veto de cuatro partidos para el equipo ya sin el apoyo del Sindicato Petrolero por la detención de su líder Joaquín Hernández Galicia.
La escuadra debió jugar tres encuentros como local en el Nou Camp de León y el cuarto se le autorizó sostenerlo en el Marte R. Gómez de Ciudad Victoria. Pese al castigo, el equipo celeste logró llegar a la Liguilla, aunque en el formato “Round Robin” se quedó a un triunfo de arrebatarle a Cruz Azul el pase a la final contra las Águilas.
Un tercer choque vino en el 2009. La reestructura a la Liga de Ascenso impactó en el conjunto entonces presidido por Miguel Ángel Martínez, inversionista proveniente de Puebla. Los federativos mencionaron que no estaba en opciones de seguir al no cumplir con diversos disposiciones administrativas y le arrebataron dicha franquicia.
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El caso más reciente sucedió esta semana, al no tener una Licencia Plus que le impide subir de categoría pese a ser campeón de la Liga Premier de la Segunda División. Esto se suma a la lista de desencuentros que la Federación ha enfrentado con el equipo con diferentes dueños y diversas etapas.