El Ascenso se terminó, al menos por los próximos seis años. Su forma, fondo y hasta nombre se transformarán. Aún no se sabe si todos los que hoy integran este circuito estarán en el nuevo proyecto, se ve complicado que eso suceda porque, a fin de cuentas, se pretende que sea una Liga de desarrollo.
Alejandro Vela, jugador de Venados de Mérida, platica con tristeza a MILENIO-La Afición lo que algunos directivos le hicieron a un circuito histórico. Sabe que hay poco que rescatar con las determinaciones ya dadas.
En las próximas semanas habrá mesas de trabajo para determinar cómo funcionará la nueva Liga, si habrá tope de edad y de extranjeros, como se ha especulado. Ahí es donde los jugadores todavía quieren levantar la voz, pese a que, según Vela, se dieron cuenta de que a los dirigentes poco les interesa su opinión.
“Vivimos en una situación de incertidumbre. No era el momento, las formas, ni el fondo; los motivos que dan ellos (los directivos) nos dejan en claro que la voz y el voto de los futbolistas no importa mucho; para ellos somos instrumentos para llevar al cabo este negocio, para hacerles ganar dinero y lo que pase con nosotros no les importa”, afirma.
¿Duele cómo pasó todo?
A los dueños se les tocó también su dinero, la inversión de muchos años. Se aprovecharon de un momento difícil que vivimos. Prácticamente les condicionaron el vender su posibilidad de ascender a tener sus finanzas sanas y así liquidar los temas contractuales que tenían con la gente del club. Por eso puedo entender que algunos dueños aceptaran de último momento. Se me hace muy baja la forma en que lo hicieron; si realmente tenían voluntad de ayudar a la Liga de Ascenso tendría que haber sido sin condicionarles el ascender y matar el espíritu de la competencia.
Aunque el Ascenso ya no era redituable…
Ninguna Segunda División de todo el mundo es redituable. Todas en el mundo reciben apoyo de su primera Liga, de derechos de televisión, de sus patrocinadores, de su selección nacional. En México no se daba el apoyo suficiente para tener proyectos sólidos, se obligaba a los dueños a meter todo su dinero, pero ellos tenían miedo porque no sabían en qué momento cambiaban las reglas, si tenían derecho a ascender… no sabían si iban a pasar los filtros que tanto pedían: un día eran las butacas, otro los baños, luego los vestidores, la capacidad del estadio; cada día era algo nuevo, parecía que no querían que alguien más llegara y cerrar el círculo de dueños.
¿Cómo fue el acercamiento con Enrique Bonilla?
Con Enrique Bonilla tuvimos una videoconferencia cuando se desató todo este tema de la votación que se hizo pública y que había ganado que desapareciera la Liga de Ascenso. Ahí, él fue muy frontal con nosotros. Algo que personalmente le dije fue por qué no nos tomaron en cuenta antes de que esto hubiera pasado, por qué no llegar a acuerdos. Me contestó, ‘tienes razón, va a mejorar esa parte de la comunicación con los jugadores, la opinión, ahora ya es tarde, la decisión ya estaba tomada’. Otra cosa que nos dejó claro fue la economía de los clubes, que ningún dueño hoy era capaz de mantener un equipo de Primera División. Nos confirma que la parte más importante para la gente de la federación era la económica, poco lo deportivo.
¿Se perderá el interés?
A la gente no le puedes matar la ilusión de que su equipo esté en Primera, a la gente de Tampico, de Correcaminos, de todos. También, por ejemplo, a la gente de Atlas, si ve que su equipo está mal en el tema porcentual y que se puede salvar con dinero, tampoco tiene sentido. Esto le va a pegar a todos, sobre todo a la afición. El limitar la edad en una Liga nueva mataría también la ilusión de mucha gente al ir a ver jugadores profesionales, con una carrera, con un nombre y una trayectoria. Es como ver a un partido Sub 17, Sub 20, ver a los chavos contra elementos de su edad. No tiene ningún sentido.
¿Qué te parece la idea de una Liga de Desarrollo?
Quizá la Liga de Desarrollo no es una mala idea, pero como en todo el mundo los equipos filiales no tienen derecho a ascenso y los otros sí. No puedes matar el derecho a ascender.
¿Insistirán para rescatar algo de la esencia del ascenso?
Creo que es momento de no abandonar la lucha, de pelear por algo justo, ya no tanto por mí, yo quizá mañana puedo retirarme, pero me gustaría dejarle algo mejor a mi hijo que quiere ser futbolista, a los jóvenes, me gustaría dejarles un mejor futbol, que son valorados como lo que son, los artífices de esta profesión. Hay que ver qué se puede conseguir. No es momento de abandonar.
Y ADEMÁS
“NO SE TRATA DE UNA GUERRA”
Alejandro Vela enfatiza que se podrían hacer mejor las cosas, si se tomará en cuenta a todo el gremio, incluyendo a la Asociación Mexicana de Futbolistas (AMFpro).
“Se ha criticado mucho a la Asociación y a Álvaro Ortiz, tenemos que la asociación somos todos los futbolistas, él solo es la cabeza. Ahora es momento de que todos estemos en el mismo canal, sabiendo que lo que se puede ganar es algo importante para el futuro del futbol. No estamos tratando de hacer una guerra entre dirigentes y futbolistas, al contrario, queremos ir de la mano, somos parte de la misma familia, somos parte del mismo negocio. Creo que es momento de sentarnos con ellos, que seamos escuchados, que sean respetados los derechos”.