Muchas historias giran en torno a la franquicia de la Jaiba Brava del Tampico-Madero en su participación en las diferentes divisiones del fútbol mexicano. El primer momento cercano a la gloria se dio en el torneo Prode 85, un formato previo al Mundial de la FIFA a celebrarse en el país un año después y cuenta con un dato muy peculiar.
Uno de los protagonistas de ese choque fue Benjamín Galindo Marentes. Eran los inicios para “El Maestro” en el balompié nacional y al vestir la casaca celeste, señaló el real motivo por el cual el conjunto tamaulipeco perdió aquella final ante las Águilas del América, pese a traer una ventaja de 3 goles obtenida en la cancha del Estadio Tamaulipas.
“Le llevamos una buena ventaja cuando ganamos la ida de esa final, el partido terminó 4 goles a 1, ese partido fue el jueves y el cierre sería el domingo en el Estadio Azteca. Normalmente después del partido lo que haces es ir a descansar, pero en aquella ocasión los directivos nos exigieron salir a festejar con la afición, algo que no debe hacerse en el fútbol. Fue por orden del dueño, lo hicimos y esa fue nuestra cruz”, dijo en entrevista con Franco Escamilla dentro de su podcast “Echando bola” en Youtube.
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En esa serie, la franquicia presidida por Salvador Barragán Camacho, miembro del Sindicato Petrolero, administraba el equipo en aquel duelo contra el conjunto capitalino, con elementos como Pilar Reyes, Guadalupe Zavala, Eduardo Rergis, el propio Galindo y Sergio Lira.
Dirigido por el chileno Carlos Reinoso, llegaron al Coloso de Santa Úrsula con el global en sus manos, pero la ventaja se diluyó ante los comandados por el argentino Miguel Ángel “El Zurdo” López, para adjudicarse el trofeo en tiempo extra.
Galindo Marentes se quedó un torneo más con los jaibomaderenses, donde tomaron revancha en semifinales contra el América al golearlos por global de 6 a 4. En una final polémica en el México 86, sucumbieron en el Estadio Tecnológico ante los Rayados del Monterrey. El camino del mediocampista tuvo otro rumbo después de ambas finales.
“De ahí me fui a Chivas cuando estaba el Mundial y al año siguiente fui campeón de fútbol mexicano, después pasé a Santos Laguna en 1996, para también levantar la copa y un año después sucedió con Cruz azul. Mi último trofeo fue con los Tuzos del Pachuca”, concluyó.