La igualada sacada en el Estadio Tamaulipas dio conformidad a los Correcaminos de la UAT, considerado por su director técnico Francisco Cortez como un resultado equilibrado, a reconocer debieron sufrir antes los embates de la Jaiba Brava de Tampico-Madero y empujado por su afición, pero sus elementos respondieron a esa presión.
Al mismo tiempo, las circunstancias los obligaron a soportar los últimos minutos y superar momentos de desconcentración además de la insistencia celeste por tratar de llevarse el Clásico tamaulipeco. El marcador sin anotaciones, añadió, fue el reflejo de la paridad de fuerzas de uno y otro en esta edición del clásico tamaulipeco.
“El partido lo íbamos a sufrir, pero también nosotros generamos nuestras propias oportunidades, le hablé con los muchachos sobre las condiciones que íbamos a enfrentar y al final el resultado fue lo más equilibrado ante lo mostrado en el terreno de juego”, apuntó el estratega.
Los universitarios llegan con saldo de un triunfo, un empate y el descalabro sufrido en Tlaxcala. Aunque dejaron de marcar luego de la goleada propinada al Atlético La Paz, también ven positivo implantar el primer cero en su portería.
Aún con ello, el viaje a la zona sur del estado para el choque con el acérrimo rival de la franquicia fue duro en todo el trámite, dándole crédito a los elementos tanto titulares y de cambio, en salir con un importante punto en una aduana tradicionalmente difícil dentro del fútbol mexicano.
“Los primeros 15 minutos intentamos imponer nuestro estilo pero caímos en la propuesta del rival con ataques directos y la cancha se alargó. Posterior a la hidratación nos desconcentramos y fue más complicado, pero nunca renunciamos a pelear por el triunfo. El juego al final fue difícil, los chavos lograron responder en una cancha que sabemos siempre es muy complicada jugar de visitante”, acotó Francisco Cortez.
EAS