Chivas ya tiene rival para el debut en el Mundial de Clubes. Se trata del Kashima Antlers que se coronó campeón de Asia al ganar la final en Persepolis.
El conjunto japonés es el típico equipo nipón, que basa su éxito en el incansable performance físico de sus jugadores y al talento de dos brasileños que juegan en el ataque y hacen funcionar el engranaje de los asiáticos.
Léo Silva de 32 años de edad es uno de los amazónicos que juega para el conjunto, canterano del Cruceiro donde jugó un par de años, después pasó por otros clubes de Brasil y hasta por el famoso Botafogo.
En el 2017 Léo llegó al Kashima siendo pieza importante para coronarse en el campeonato local y ahora en la final continental, la zurda de Léo debe tener muy atentos a los zagueros del Rebaño, ya que cuenta con gran proyección y sabe disparar de fuera del área, de hecho un disparo de él abrió la cuenta en el juego de ida ante el Persepolis de Irán.
El otro es Serginho, quien lleva por nombre Sérgio Antônio Soler de Oliveira Júnior, este atacante ex São Paulo y Santos de 23 años es el que carga con el poder ofensivo.
El Kashima juega con un 4-4-2 y el resto de los jugadores, quitando a los dos brasileños cuenta con un cuadro lleno de velocidad y verticalidad.
El próximo 15 de diciembre a las 07:00 horas jugará el Rebaño Sagrado contra este equipo en la ciudad de Al Ain.
El entrenador del Kashima es Leonardo Araujo, aquel medio exquisito del Milán, quien brillara en la década de los 90 y ahora los tiene en el Mundial de Clubes del mes de diciembre.
GPE