El viernes 3 de julio, el futbol mexicano regresó a la actividad después de más de cien días de confinamiento. La Copa por México tuvo la presencia de ocho equipos, entre ellos los llamados cuatros más grandes del futbol mexicano. En dicho torneo la realidad de cada uno de estos equipos fue diferente con respecto al mes que ya se tiene de competencia oficial.
En aquel torneo lo mostrado por América fue muy pobre, el equipo no pudo ganar ninguno de los tres Clásicos. Empató con Pumas, fue goleado por Cruz Azul y Chivas lo eliminó en semifinales. Ahí inició un entorno convulso con el cuerpo técnico.
Los Pumas aún tenían entrenador en la figura de Míchel, pero el equipo no transmitía mucho. Fue goleado por Cruz Azul, empató con América y Toluca. Solo pudo marcar un gol en 270 minutos.
Chivas tenía buena pinta, el equipo aún era dirigido por Luis Fernando Tena, venció a Atlas, perdió con Tigres y venció a Mazatlán, avanzó a semifinales y ahí venció al América, llegó a la final del torneo que perdió ante Cruz Azul, pero su participación les auguraba un buen torneo.
Cruz Azul volvió como una moto del confinamiento, el equipo, pese a los casos de covid que tuvo, mostró una buena cara, muy similar a la que presentó en el Clausura 2020. La Máquina se llevó por delante a Pumas y América, cuatro goles a cada uno. En la semifinal se midió a Tigres, al que echó desde el punto de penal y en la final venció a Chivas por 2-1. Marcha impecable.
Cambia el escenario
El sábado 25 de julio Chivas y Cruz Azul se pusieron en marcha en la competencia oficial. El Rebaño recibió a León, La Máquina a Santos. El domingo 26 Pumas fue local ante Querétaro y el lunes 27, América visitó a Pachuca.
Hasta ahora, se han jugado seis jornadas del Guard1anes 2020, un tercio del torneo y la realidad de uno y otro ha dado un giro muy radical. Siendo Cruz Azul el único que mantiene el pulso, pese a los escándalos que rodean a la institución, por los problemas legales que se viven en la Cooperativa, algo que no ha permeado al equipo de futbol.
El panorama de América ha sido de sube y baja, las Águilas están en una inercia de serpientes y escaleras, sumaron un buen colchón de puntos al inicio que los llegó a poner como líderes, pero en las últimas dos jornadas se mostraron vulnerables en defensa. Su juego no convence, las lesiones han aparecido y también las expulsiones que hoy lo tienen como un equipo sin rumbo fijo y con un entorno que cuestiona la figura de Miguel Herrera como jefe del banquillo. Hay jugadores que no están a la altura y el mismo entrenador ha pedido más orgullo dentro del campo.
Con Chivas la situación es un poco más drástica, por diversas situaciones. Los casos de covid empezaron a afectar al equipo, mermando su capacidad de funcionamiento, el gol se le acabó a al Rebaño en el inicio del torneo. Hizo un cambio de entrenador al final de la Jornada 3. Tardó 326 minutos en marcar su primer gol, pero eso no ha sido todo. Los escándalos fuera del campo aparecieron en distintos jugadores, algunos rompiendo las reglas del distanciamiento social e ingiriendo bebidas alcohólicas como lo hicieron Uriel Antuna y Alexis Vega. Además de Javier López que presentó problemas de sobrepeso. Las multas llegaron y se separó a Antuna y Vega del equipo para el partido con Toluca.
Sorpresa y regularidad
Pumas no generó buenos augurios en la pretemporada y el panorama se hizo más negro cuando unos días antes del inicio del torneo, Michel abandonó el barco, pero en la competencia oficial ha aparecido el orgullo y la sangre joven en el equipo felino, con sus recursos ha logrado sumar puntos que lo tienen en la pelea de los puestos de arriba. Ratificaron a Andrés Lillini como entrenador para lo que resta de la temporada. El grupo trata de competir sin mirar su presupuesto, el sábado, por ejemplo, sacaron un punto valioso en su visita a Tigres. Y son el único equipo invicto.
Mientras, Cruz Azul es el único de los grandes que ha mostrado su músculo, no quita el pie del acelerador el conjunto de Robert Dante Siboldi, perdió un juego y se repuso. Es un equipo reconocible en todos los aspectos, cuenta con una plantilla muy sólida en la que se ha notado la cohesión y el convencimiento. Dirime los partidos desde el intercambio de golpes, aunque pasa momentos de apuro, ya no se estresa como antaño. Mantiene la estabilidad y su mensaje es claro: no se ha ganado nada. Es verdad, pero va en buena ruta. Más cuando los escándalos que hay en el plano directivo de la empresa a la que pertenece no han penetrado al vestuario.
Los cuatro grandes viven realidades bien diferentes. Queda mucho camino por delante, su trabajo en la Jornada 7 será mantenerse, reinventarse y convencerse para buscar la Liguilla.
JMRS