Con los protocolos acordados con las autoridades sanitarias para evitar la propagación de contagios por el nuevo coronavirus, los jugadores de algunos equipos de la Liga MX regresaron el lunes a los entrenamientos presenciales en las instalaciones de los clubes de cara al torneo Apertura 2020.
La Liga MX cesó actividades desde el pasado 15 de marzo, cuando terminó de disputarse la décima fecha de las 17 totales del torneo Clausura, que después fue cancelado definitivamente, sin que se consagrase un campeón, algo inédito en el futbol local.
Luego de la décima fecha, algunos equipos mantuvieron entrenamientos en sus instalaciones en los días posteriores, hasta que finalmente mandaron a los jugadores a sus casas para realizar entrenamientos físicos individuales, mientras los dirigentes acordaban un plan para el regreso del futbol.
Luego de varias reuniones de trabajo con las autoridades sanitarias se creó un protocolo que permitirá el regreso a la competición, programado para el próximo 24 de julio, cuando se iniciará el torneo Apertura 2020 aunque el número de contagios mantiene un nivel ascendente.
Hasta el domingo por la noche, México reportaba 146 mil 837 contagios y 17 mil 141 decesos. Las autoridades sanitarias han admitido que ambas cifras podrían ser superiores y analizan miles de casos sospechosos.
Esa situación tiene a la mitad de los estados del país en el color rojo de un semáforo epidemiológico de cuatro colores que regula las actividades en México desde hace un par de semanas, pero las autoridades sanitarias autorizaron a los deportes profesionales el regreso a las actividades sin público en las gradas.
Como parte de la primera fase para volver, en las últimas dos semanas todos los equipos sometieron a pruebas de covid-19 a los jugadores, entrenadores y dirigentes y se detectaron poco más de 30 casos positivos en total. Quince de esos fueron del club Santos de Torreón y siete de Toluca, ambos los casos más graves.
Los jugadores de esos dos equipos volvieron a entrenar el lunes, incluyendo al portero de Santos Jonathan Orozco, quien públicamente confirmó ser uno de los positivos.
El resto de los casos se mantienen anónimos y la Liga MX ha reportado que todos son asintomáticos.
Además de Santos y Toluca, Chivas, Cruz Azul, América y Pumas, los cuatro equipos más populares del país, volvieron a los entrenamientos presenciales. También lo hicieron Tigres, Monterrey y Puebla.
Y aunque esos jugadores volvieron a las instalaciones de sus clubes, su ritual desde antes de llegar fue completamente distinto a lo habitual por el nuevo protocolo implementado por la Liga MX.
En la víspera, los clubes mandaron a cada jugador el uniforme de práctica del lunes en una bolsa sellada herméticamente y los jugadores se reportaron a la práctica ya usándolo porque los vestuarios están cerrados.
Trabajaron seis jugadores por turnos de una hora cada uno y cada elemento trabajó en un espacio designado sólo para él y con un espacio de dos metros entre sus compañeros. Diez minutos después de que ese grupo terminó su entrenamiento, ingresó al campo otro grupo a realizar los ejercicios.
Los entrenamientos fueron cerrados a medios de comunicación y sólo se permitió acceso al personal esencial designado por cada dirigencia.
Al término del entrenamiento también todo fue diferente a lo habitual. Los jugadores se deben lavar las manos, ponerse el cubrebocas y deben salir de las instalaciones a bañarse y comer en su casa porque los clubes tienen cerradas las duchas y comedores. Antes de irse, cada elemento recibe una bolsa sellada con el uniforme del día siguiente.
En el pasado muchos jugadores se quedaban a realizar entrenamiento adicional en el gimnasio, a bañarse y algunos comían en el mismo club.
La Liga MX todavía no especifica cuántos días deberán pasar los jugadores en esta etapa antes de que pueda entrenarse el plantel completo y puedan ensayarse movimientos tácticos.
FCM