En el mundo del futbol estamos acostumbrados a ver a los porteros portando la camiseta 1 en su equipo, a veces con el 12 o 23, sin embargo Guillermo Ochoa usará el dorsal 6 en su regreso al América, un dígito poco usual en guardametas.
La razón por la que Ochoa eligió dicho número se debe a que el 1 llegó a ser registrado por el conjunto de Coapa con Agustín Marchesín, quien recientemente emigró al Porto.
Sin embargo Memo no ha sido el único guardameta que ha portado un número poco común, a continuación te presentamos los dorsales más extraños en porteros
Guillermo Ochoa (6/8 | América/Standard de Lieja)
No es la primera vez que Paco Memo porta un dorsal bizarro bajo los tres palos, cuando recién llegó a Bélgica el guardameta mexicano lució el 8 a sus espaldas, debido a que el 13, que utiliza en la selección mexicana, ya estaba ocupado por Alexander Scholz.
Jorge Campos (9 | Cruz Azul/LA Galaxy)
El Brody no solo fue reconocido por sus uniformes -los cuales han pasado a la historia como los más vistosos y populares- sino por ser un portero que también tenía el oficio de anotar goles cuando se requería, por eso durante su paso con la Máquina Cementera y el equipo norteamericano portó el clásico dorsal de goleador.
Federico Vilar (3 | Atlante/Morelia)
El cancerbero argentino portaba con orgullo el 3 a sus espaldas pues era un homenaje a su padre -un ex jugador amateur que era lateral derecho- durante su época en Xolos, Vilar usó el 33 pues Javier Gandolfi era el dueño de la casaca 3.
Ubaldo Fillol ( 5 | Selección de Argentina)
El Pato fue el portador de este bizarro dorsal durante el Mundial del 78 -competición en la que la Albiceleste salió campeona- puesto a que -en aquel momento- los números fueron asignados de acuerdo al apellido de los futbolístas por órden de Jorge Rafael Videla.
Cristiano Lupatelli (10 | Chievo Verona)
Meta italiano que se enfundó ocho casacas distintas de la Serie A, entre las que destacan la Roma, la Fiorentina y el Chievo Verona, entre otros; es justamente con el último club con el que Lupatelli portó un dorsal atípico de un cancerbero al enfundarse con el 10, número que normalmente los centrocampistas o delanteros utilizan, del 2001 al 2003 portó dicho estampado.
EML