El pleno de la Cámara de Diputados votó en la reforma a tres artículos de la Ley Federal de Trabajo para darle fin al Pacto de Caballeros en el futbol mexicano (así como en cualquier otro deporte), al ser considerado un acto que violenta los derechos laborales de los atletas y solo eran benéficos para los intereses de los altos mandos.
Pero, ¿qué era el pacto de caballeros?
Se trataba de un acuerdo entre los directivos de la Liga BBVA para influir y beneficiarse en el traspaso de los jugadores aunque ellos terminaran su contrato. Dicho trato, que apareció en nuestro balompié en 2002, era verbal e impedía los futbolistas negociar con un nuevo equipo sin la anuencia del acuerdo.
A pesar de que la FIFA señala que cualquier jugador tiene la facultad de negociar con cualquier equipo desde seis meses antes de que su contrato concluya, dicho pacto no les permitía hacer esto.
Además, el equipo interesado en los servicios del jugador tenía que pagar una cierta cantidad de dinero al club anterior a pesar de que el futbolista quedara "libre".
En caso de que el jugador saliera al futbol extranjero y después regresara, el nuevo club debía negociar con el anterior para poder quedarse con él.
Si los jugadores, la mayoría de ellos extranjeros, se saltaban el Pacto de Caballeros eran vetados de la Liga BBVA.
En 2018, la Asociación Mexicana de Futbolistas Profesionales (AMFPro), la Liga BBVA y la Federación Mexicana de Futbol se reunieron por más de dos horas para darle fin a este pacto. Para 2019, en el régimen de transferencias, se hicieron las modificaciones en el reglamento para que los futbolistas puedan firmar con el equipo que deseen una vez que terminen su contrato actual.
SFRM