Desde aquel juego ante el América en Ciudad Universitaria, los Pumas no sabían lo que era un triunfo, pero con el 2-1 sobre Chivas en la jornada 12, Marioni respira con tres puntos que parece llegan tarde en la carrera por un lugar en la liguilla.
Juego caliente en CU, como en pocas veces, el espectáculo se dio cita en un duelo donde ambos escuadras llegaban con la urgencia de un triunfo después de tres derrotas y un empate en sus últimos cuatro compromisos.
Universidad encontró en el juego aéreo a su mejor aliado desde los primeros minutos, en especial con Martín Rodríguez, pues el chileno estuvo muy participativo desde el costado derecho, poco habitual para su acostumbrada incursión por el lado izquierdo. El chileno realizó varios envíos al área que tanto Mora como González no podían dar dirección de arco.
Las sensaciones de peligro eran en mayoría para los locales, quienes no podían hacerse con el esférico, pero las pocas ocasiones generadas ponían a trabajar al cuadro bajo rojiblanco.
Pasaron 24 minutos para que los de Cardozo dieran el primer aviso serio en el área universitaria, cuando Isaac Brizuela género una buena ocasión por el costado izquierdo, el balón cruzó en un par de ocasiones el área hasta encontrar a Alexis Vega cerca del punto penal; el ex del Toluca no controló bien y su disparo de fue desviado.
Pumas se cansó de dar avisos y abrió el marcador después de una gran jugada individual de Víctor Malcorra, quién desbordó por el lado izquierdo e ingresó al área, acompañado por Carlos González, quién picó el primer palo en una gran lectura de la jugada, al paraguayo le bastó extender la pierna derecha y con la punta del pie mandarla a guardar justo en el palo que Gudiño custodiaba con cierta complicidad.
Las gradas del Olímpico eran pura fiesta y parecía que Pumas podría controlar el resultado, pero más tardaron en visualizar el trámite del primer tiempo cuando una barrida de Quintana sobre Brizuela en el área fue señalada por Fernando Guerrero como penal a favor de Chivas.
Walter Sandoval dio un paso al frente y pidió el esférico aún por encima de Alexis Vega, definiendo al centro del arco de un Alfredo Saldívar experto en estos retos uno a uno.
El empate entonces le daba justicia al gran error de concentración de Universidad y a los primeros minutos del Rebaño, pero el local no estaba dispuesto a dejar ir más puntos en casa, no si aún sueñan con colarse a la liguilla en la parte final del torneo.
Raúl Gudiño, cuyas actuaciones han sido cuestionadas en las últimas semanas, mostró que tiene talento y mucho, cuando a los 32 minutos tuvo una doble atajada a potentes remates de Mora y González.
Una vez más el balón aéreo fue determinante para ambas oncenas, pero en esta ocasión definió el destino del encuentro. Cuando el cobro de una falta desde el costado derecho fue peinado con la cabeza por Kevin Escamilla, desestabilizando a la defensa de Chivas, y como bien dicen que una doble jugada regularmente termina en las redes, está no fue la excepción.
Luis Quintana, que tenía en su espalda el error del penal que ocasionó el empate, se encontró con la ampliación de Escamilla y mandó el balón al fondo para decretar el 2-1 definitivo en el marcador.
Aunque en el complemento los ajustes y el trámite del juego no ofreció tantos suspiros como en la primera parte, tanto Pumas pudo liquidar con un tercer tanto y Chivas desaprovechó la única clara que tuvo para empatar y llevarse un inservible punto de vuelta a Guadalajara, cuando Saldivar atajó un potente disparo cruzado de Vega y en el contra remate, Vanrankin estrelló el balón en la defensa.
A Chivas se le acaban los argumentos, más que la liguilla casi inalcanzable en este torneo, Cardozo y sus hombres deben empezar a hacer cuentas para la tabla de descenso del próximo torneo.
Pumas cura sus heridas y vuelve a saborear un triunfo que parece llega tarde en una liga donde luce complicado alcanzar la liguilla a falta de cinco partidos.
OMCS