A lo largo de su historia, el futbol mexicano nos ha dado numerosos momentos graciosos y sumamente extraños, uno de ellos sucedió en la última fecha de la temporada 1993-1994 con el debut de un futbolista de 44 años.
Y no fue precisamente por su calidad que el jugador ingresó al terreno de juego en aquella jornada, sino por el puesto que ocupaba en el equipo. Se trata de Humberto Filizola, rector de la Universidad Autónoma de Tamaulipas.
Fue un 3 de abril de 1994, con un Estadio Marte R. Gómez expectante, cuando Filizola entró al encuentro de la jornada 38 ante América jugando para el conjunto de Correcaminos su primer y último partido en Primera División.
Aunque el equipo tamaulipeco se jugaba la permanencia en la Liga MX frente a Querétaro, al directivo se le cumplió el capricho de debutar y se le permitió jugar casi 30 minutos del choque que pudo haberlos enviado a Segunda.
Jesús Bracamontes, entonces director técnico de Correcaminos, había hecho ingresar al rector firmando así el debut más longevo del futbol mexicano, mucho no se esperaba de Filizola, sin embargo, estuvo cerca de anotarle un gol ante Adrián Chávez con un disparo de primera intención que se fue apenas afuera.
El ingreso del directivo no le salió tan mal al apodado Profe Bracamontes, quien, con el empate 1-1 ante América y la derrota de Querétaro frente a Pumas, logró salvar a su equipo del descenso solamente por diferencia de goles, tamaulipecos y queretanos habían empatado en puntos.
Humberto Filizola, quien usara el dorsal 28 en aquel encuentro, aseguró que su ingreso ante América fue para con la intención de "poner un ejemplo a la juventud tamaulipeca. Si yo podía jugar en Primera División, ellos podían jugar en Primera División".
SFRM