Un poco de alegría invadió a los Correcaminos de la UAT tras días de mucha controversia. En una noche de contrastes vencieron a Dorados de Sinaloa y enfriaron un poco el ambiente tras el escándalo de apuestas y la pérdida de credibilidad en la franquicia.
Fueron 45 minutos de dominio y los complementarios de lamento, sacando el triunfo por 3 goles a 1 en el arranque de la jornada 7 del Clausura 2025, aunque con el castigo de la afición de Ciudad Victoria al tener la peor entrada del semestre en el Estadio Marte R. Gómez.
Más con forcejeo que con un fútbol brillante se lanzaron los locales hacia la meta del Gran Pez. El estratega naranja Héctor Hugo Eugui modificó con la titularidad de Joaquín Estopier y el debut en la categoría de Joel Martínez, cuya corpulencia incomodó a la zaga visitante, pero sin una claridad.
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La oportunidad se dio en el minuto 29 a través de una falta que recibió Sergio Treviño en el área chica por César Castillo. El uruguayo Martínez se encargó de cobrarlo y a pesar del manotazo del portero José Ignacio Castro, quien adivinó la dirección del esférico, tuvo la suficiente fuerza para entrar a la puerta y abrir el marcador. Fue el estreno del atacante uruguayo en el fútbol mexicano.
Sin mucho que ofrecer en la parte media hacia el ataque, lucieron mejor los universitarios y volvieron a tener frutos en un recentro de Daniel Cisneros al corazón del área. Fabián Salas le gana la marca a Jesús Hernández y su punterazo de derecha la mandó al fondo. Primera anotación en el torneo y la diferencia se ampliaba.
Y cuando se asomaba el descanso Luis Ruiz Bustillos jala del brazo a Joel. Segunda pena máxima como roja para el zaguero sinaloense. Le tocó la responsabilidad para Giovani Hernández, engañando a Castro y concretar el tercero de la noche.
El conjunto victorense decidió ceder la iniciativa y los comandados por Sebastián “El Loco” Abreu fueron un poco más insistentes sin importar la inferioridad en el marcador como de los jugadores en el campo. Esto abrió el recorte en el 64, mediante un remate de Jair Cortés con el hombro en un tiro de esquina, pero Aarón Salazar la terminó metiendo en propia puerta.
Desde ahí, se invirtieron los papeles. El cuadro del Pacífico se plantó mejor a diferencia de los primeros minutos, pero sin tener la potencia de siquiera marcar otro tanto; en contraparte, conforme avanzó el marcador el local mostró muchas carencias, pero principalmente el conformismo.
Al final y aunque el rival no fue un verdadero parámetro, logró el cometido de ganar para tener algo de confianza.