Los Mineros de Zacatecas hicieron valer la condición de favorito, aunque el marcador final de 2 goles 1 sobre Correcaminos de la UAT sabe a poco ante el pleno dominio en el terreno de juego del Estadio Carlos Vega Villalba, escenario del choque de la jornada 10 del Clausura 2025 de la Liga de Expansión.
El compromiso pudo terminar en una goleada de escándalo, pero la falta de contundencia del ahora superlíder de la categoría, más las intervenciones de Rubén Castellanos, impidieron esa historia, sin embargo, para el representativo de la Universidad Autónoma de Tamaulipas deja nuevamente dudas sobre su alcance para pelear por algo más.
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Arrasante lució el conjunto local desde el arranque. Además de tener posesión del esférico, desplegó con velocidad por las bandas y empezó a causar estragos en la parte defensiva tamaulipeca. Entre esa insistencia, en un un pelotazo preciso con ventaja para Miguel Calero, por la izquierda, controló a medias pero dio el pase exacto a Brian Figueroa, acomodándose con la derecha, cruzando su intento que venció Castellanos, esto en minuto 7.
Dicho dominio prosiguió sin grandes sobresaltos hacia la puerta de Leonardo Durán, pero en el minuto 18 el defensor Diego Marmolejo comete el error de la semana. Un pase dividido al salir de su área terminó en los pies del uruguayo Joel Martínez y ante las barbas del cancerbero la cruzó para decretar el empate.
La polémica se generó en el 23. En el tiro libre desde costado derecho se marcó fuera del lugar en el tanto de Joaquín Pereyra. En la repetición, uno de los elementos de Mineros tocó el balón y habilitaba al zaguero naranja, sin embargo, el central Fernando Alexander Cruz y su auxiliar Iván Padilla marcaron el fuera de lugar.
Fue lo último que se le dio en la ofensiva al equipo de Héctor Hugo Eugui. El resto volvió a ser controlado por los pupilos de Mario García, provocando hacia el descanso disparos francos a la puerta rival uno de ellos de José Ávila que se escribió en el poste en el minuto 38, como acciones de pena máxima sin marcar por el cuerpo arbitral.
Ese control completo del cuadro guinda mantuvo la tónica tras la pausa, entre un ritmo cadencioso pero tratando de abrir la defensa universitaria. En el 56 Calero prueba de media distancia exigiendo a Rubén, cuyo rechace se lo deja a José Ávila y en lugar de disparar, da el servicio al área chica donde Figueroa quedó solo, simplemente la empujó, concretó su doblete y retomaron una ventaja que jamás perdieron.
Ni las incorporaciones de José Alonso Flores y Eder Velásquez le dieron una fisonomía diferente al esquema ofensivo de los victorenses. El manejo de balón en el medio campo lo tuvieron los zacatecanos, prácticamente con disparos francos a la puerta que iban por un costado o retenía el guardavallas, incluso en la compensación.