Fue una noche distinta en muchos sentidos para la Jaiba Brava del Tampico-Madero. Sin la intensidad, energía y tampoco la idea ofensiva, debió conformarse con otro empate como local dentro del torneo Apertura 2024 la Liga de Expansión al igualar sin anotaciones con los Venados de Mérida, este viernes en la cancha del Estadio Tamaulipas.
Los yucatecos mostraron por qué son un equipo muy peligroso de visitante, una etiqueta ganada desde el torneo interior. Rigoberto Esparza pobló en medio campo e incluso para hacerlo más dinámico, retrasó a Stiven Plaza y salir con mayor velocidad con balón controlado, ante la marca fuerte que recibió Diego Pineda de los defensores porteños.
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Los despliegues provocaron que la parte defensiva se llenara de tarjetas, tanto el capitán Benjamín Muñoz cómo los defensores Alberto Ríos y Rubén Domínguez pero no molestados a llegar tarde abogadas donde el visitante les ganaba por velocidad.
El equipo tuvo dos aproximaciones, un disparo de tiro libre de Omar Soto y otro de Ángel Tecpanécatl, ambos por encima del arco defendido por Santiago Ramírez. Al equipo le faltó la energía e intensidad que había mostrado en el primer choque, al grado de poner desesperado al propio entrenador Gastón Obledo.
La entrada de Renato Mendoza trató de darle una fisonomía diferente al medio campo en el segundo tiempo, al ceder un poco el cuadro astado. También las incorporaciones de Francisco “La Pantera” Martínez y Omar Vidaña pelearon para darle una fisonomía distinta en el tercer y último cuarto de cancha, pero faltó claridad y sobre todo precisión en momentos de llegar al área rival.
No le quedó de otra al cuerpo técnico que apostar por el talento de Liga Premier Mx, pero tampoco fue el revulsivo que se esperaba Kevin Peñaloza. La buena noticia fue la salida de Plata y con eso la profundidad ofensiva de Venados se diluyó.
El duelo resulta nuevamente poco negocio para los Jaibomaderenses. De seis puntos de local solamente sacaron dos y se meten al Estadio Akron, el próximo viernes, frente a un adversario que resultó explosivo en su visita al Morelia, el Tapatío, en la jornada 3.
Lo curioso fue el regreso del sonoro abucheo desde la grada por primera vez en prácticamente dos años.
EAS