En su primera conferencia como entrenador de Cruz Azul, Juan Reynoso fue muy contundente al aseverar que la situación del equipo, que llegó a 23 años sin un título de Liga, ya no daba para “vender humo”. Por esa misma razón se negó a prometer cosas; ahora, en entrevista con Canal 6 Deportes, el técnico peruano advierte que, pese a no hacer promesas, sabe muy bien cuál es la exigencia de La Máquina y a lo que debe aspirar.
¿Qué posiciones te faltan para cerrar la plantilla?
Está claro el central por izquierda, un lateral por la misma zona, un delantero por la salida de Caraglio y alguien que nos pueda ayudar en ambas bandas; eso es lo ideal, pero en el futbol las cosas no se dan como se visualiza, pero sí hay dos posiciones donde estamos descompensados.
¿Has hablado con Álvaro Dávila, con la dirigencia... se te ha pedido el título?
Nosotros nos comprometemos a trabajar, a tratar de potencializar al plantel, hacer un buen grupo humano. Con Álvaro, él sabe que llegando a Cruz Azul no le tienen que decir ‘tienes que hacer esto’, ni él nos va a decir, porque nosotros ya sabemos; estar aquí es apostar a lo grande, al campeonato, pero sí hay que hacer entender que para lograrlo hay que trabajar en el minuto a minuto.
¿Cuál es tu compromiso?
Yo siempre vendo trabajo y convivencia, y eso tiene que ser acompañado del hacer y decir; hoy, al jugador le gusta que uno sea frontal, y eso hace que la convivencia fluya y no haya malentendidos; fue una semana buena de trabajo que no cerramos bien, porque queríamos ganar, hay que aprender de los momentos malos. Vamos semana a semana, hemos dicho que no vamos a pensar en el más allá, y sobre eso construiremos la confianza.
¿Cómo encontraste al plantel?
Cruz Azul tiene muy buen equipo, con muchachos predispuestos al trabajo, más humildes de lo que hubiera pensado, con ganas de trascender; tenemos 16 chicos que podrían jugar sin problemas, pero nos faltan 3 o 4 para redondear un plantel que nos permita competir en los dos frentes (Liga y Concachampions); en esa parte nos estamos avocando para hacerlo competitivo y, al final del torneo, pelear en la Liguilla por algo importante.
¿Qué te animó a tomar el reto?
Conozco al club, sé lo que representa y sé cómo se vive de manera interna; esos tres factores fueron importantes. No creo que haya técnico en el mundo que, dadas las condiciones, te lo ofrezcan y digan no a Cruz Azul; en mi caso aún más con todo lo que viví de jugador, conozco al material humano que hay en la institución, la cooperativa, la verdad la decisión para nada fue difícil.
¿Es el reto más importante de tu carrera?
Cada paso que uno da, a donde llegues siempre vas a decir ‘este es el momento más importante’, y no es por demeritar lo que hiciste en otros equipos o países, pero esto tiene un sabor especial por mi pasado como jugador por lo que vivimos en la institución, eso le da un plus. Lo que representa Cruz Azul más la coyuntura que se vive dentro de la institución, es el coctel perfecto para decir allá voy y Dios quiera que se cumplan los objetivos.
¿Tantos años sin título, le han restado importancia al club?
Cuando llegué en 1994, en Perú se sabía algo de Cruz Azul, pero no de la dimensión de lo que representa hoy en día; me he encontrado hoy con un monstruo a raíz de las redes sociales, de la trascendencia del club, de lo bien que lo ha hecho en los últimos años, hoy sí es una locura. En mi época sí era más local, pero hoy la marca Cruz Azul está bien puesta en todo el mundo.