Con una vibrante remontada final, Jon Rahm se convirtió este domingo en el primer español en ganar el Abierto de golf de Estados Unidos, alzó su ansiado primer trofeo de Grand Slam y recuperará el número uno del ranking mundial.
Con espectaculares birdies en los dos últimos hoyos, Rahm adelantó al sudafricano Louis Oosthuizen para terminar con una tarjeta de 67 golpes y un acumulado de 278, seis bajo par, en el campo de Torrey Pines (San Diego).
El español, de 26 años, se sobrepuso a una semana de inactividad por su contagio de coronavirus y celebró el triunfo junto a su esposa y su hijo recién nacido, Kepa, en el Día del Padre en Estados Unidos.
Rahm consiguió su primer título Major en un torneo que se le escapó a ilustres compatriotas como Severiano Ballesteros, su ídolo de la infancia. Y se convirtió en el cuarto golfista español en ganar un torneo de Grand Slam tras Ballesteros, con cinco triunfos (Masters de Augusta de 1980 y 1983 y Abierto Británico de 1979, 1984 y 1988); José María Olazábal, con dos (Masters de 1994 y 1999), y Sergio García, con uno (Masters de 2017).
El español aterrizó en Torrey Pines recién salido de una semana de cuarentena por su contagio de coronavirus en el Memorial Tournament, del que se retiró cuando era líder con seis golpes de ventaja a falta de una ronda.
Remontada
Tras la mayúscula decepción del Memorial, el español no había desplegado su mejor golf en las primeras tres jornadas en el Abierto, pero consiguió situarse cerca de la cabeza, a tres golpes, para el asalto final del domingo.
La jornada final arrancó con un trío de líderes en el que figuraba Oosthuizen, junto a los inesperados Russell Henley (63 del ranking de la PGA) y el canadiense Mackenzie Hughes (67).
En los primeros hoyos del domingo Henley y Hughes fueron adelantados por los favoritos, especialmente por Rahm, que arrancó como un cohete con birdies en los dos primeros hoyos que lo llegaron a colocar a un golpe de la cabeza con -4.
En el 17, con un putt de 25 pies (7.6 metros), Rahm consiguió el birdie que le igualó con Oosthuizen con -5, y en el último hoyo salvó una pelota en la arena para lograr un segundo birdie consecutivo que le puso a la cabeza con -6.
Oosthuizen concluyó sus últimos cuatro hoyos a máxima presión y en el 17 cometió un bogey que le dio el título a Rahm.