Fue por una película que descubrió el tiro con arco, quiso imitar al arquero Legolas del “Señor de los anillos” y le pidió a sus padres buscar una escuela de arquería, sin saber que, años más tarde, se convertiría en uno de los mejores tiradores juveniles del país.
Es el mexiquense Juan Garduño Valdez, quien este año representó por séptima vez al Estado de México a nivel nacional, pero a diferencia de los seis años anteriores, esta vez por fin pudo subirse a un podio.
Fue en los Juegos Nacionales Conade 2022 en Sonora donde consiguió su primera medalla nacional, un oro en la modalidad de equipos junto a Luis Ávila y al mundialista juvenil, Miguel Figueroa, medalla que fue posible tras vencer a representativos poderosos como Querétaro y los locales sonorenses.
“Me la pasé batallando siete años para este oro. Fue en Sonora, donde la temperatura fue complicada, llegábamos hasta los 43 grados y las competencias fueron muy temprano”, recordó.
Y añadió: “fue cansado porque es un deporte más mental que físico, en el físico es más en la espalda, pero en lo mental debes estar concentrado en tirar bien, seguir a los amarillos, a veces se escapa uno al azul, pero dentro de lo que cabe me fue bastante bien, por fin”.
Juan Garduño comenzó desde niño a practicar el tiro con arco, fue en la escuela de Potros de la UAEMex que tiró sus primeras flechas, aprendió muy rápido, ganó selectivos estatales y a los 13 años consiguió su primera clasificación a un nacional.
Fue persistente, nunca dejó de entrenar ni perdió la esperanza de alcanzar la perfección, hasta que este año llegó la medalla de oro, en un equipo donde tuvo que ser el líder.
“Como es en equipos no depende solo de ti, también de tus compañeros, luego se ponen nerviosos y hay que aprender a calmar a tus compañeros, controlar al equipo y hasta ser el líder, y como el de más experiencia les decía que el oro solo lo podíamos conseguir estando tranquilos, fue difícil pero lo conseguimos”.
Disciplina
El arquero, oriundo de Metepec, además combina su pasión por el tiro con arco con sus estudios profesionales. Va en el quinto semestre de ingeniería biomédica, actividades que le exigen una administración de tiempo casi perfecta, pues debe entrenar casi tres horas diarias y no descuidar sus materias.
“Con la universidad se ha complicado un poco, pero me han dado facilidades, me han prestado un espacio para tirar y me facilitan el gimnasio, acomodo mis horarios para que no interfiera la escuela con el deporte”, explicó.
Y es que abandonar alguna de estas actividades no es opción, quiere seguir en ambas y en las dos ser exitoso.
“Se batalla bastante para este deporte, no solo implica que tires y ya, sino también se debe tener constancia”.
Con ello viene la disciplina, además de renunciar a algunas actividades sociales o reuniones con amigos, pues por ahora su tiempo es totalmente de la universidad y el tiro con arco.
“Lo veo a futuro, he vistos las edades de quienes han estado en Juegos Olímpicos o Mundiales y sé que me queda aún mucho tiempo en este deporte, tienen 30 años y siguen yendo, yo apenas tengo 20”
BAFG