Osmar Olvera era consciente de lo que consiguió en París. Su medalla de plata en los sincronizados junto a Juan Celaya, además del bronce en la prueba individual lo convirtieron en el sexto mexicano en ser multimedallista en una misma edición de Juegos Olímpicos. Además, está a la mitad del camino para igualar a Joaquín Capilla y sus cuatro metales, por lo que espera seguir con los esfuerzos para superar al que es su ídolo.
Pero no importa cuántas veces te mentalices, porque las sorpresas siempre te van a sacar una sonrisa. Así le pasó al clavadista mexicano, quien llegó a la Ciudad de México y fue recibido con un mariachi y con la compañía de amigos, familiares, patrocinadores y medios de comunicación, quienes lo vitorearon y aclamaron al nivel de lo que logró en Francia, un héroe nacional.
"No me lo imaginé así, sabía lo que hice, que me daban los medallas, era muy importante, pero estoy dimensionándolo apenas y estoy muy contento de que me reciban", reconoció el capitalino en conferencia de prensa. Y como todo buen mexicano que regresa a su patria después de un largo viaje, el interés por probar de nuevo la gastronomía tricolor es enorme.
"No saben cómo quisiera comer ahora unos tacos, la verdad, pero agradecido de todo este apoyo de la gente, de los medios, gracias a todo el mundo por su cariño y por su apoyo".
La historia que se escribe
Mayanin Ibarra es en estos momentos un cúmulo de emociones: felicidad, admiración y amor. Así lo reconoció la progenitora de Osmar; quien compartió momentos emotivos con su hijo y llenó de besos a ese joven atleta de 20 años que por momentos puso a temblar a los chinos y que sin duda alguna ya no lo van a olvidar de aquí a Los Ángeles 2028.
"Soy la mamá más orgullosa en este momento por tener un hijo así", admitió. "Empieza una historia maravillosa a partir de hoy, una historia maravillosa".
Aquellos que se desvelaron para ver a Osmar en el trampolín, los que despertaron con la noticia de sus medallas o estuvieron pendientes de las redes sociales encontraron en Olvera a un ejemplo de lucha, disciplina y de que los sueños son realidad si se pelea por ellos lo suficiente. Osmar sabe que muchos lo apoyaron y confía en que se den las cosas a futuro para que esta historia siga siendo un ejemplo a seguir para otros y que, por supuesto, más gente quiera emularlo, tanto en sus respectivas luchas del día a día como en el ámbito deportivo.
"No sé, es algo muy bonito, las medallas tienen un gran significado. Espero poder inspirar a muchos niños, niñas, adolescentes, adultos también, porque lo sueños se cumplen", dijo. "Todo es parte del trabajo, sabía que podía regresar con preseas y lo mejor es que mi familia estuvo ahí".
Otra espinita clavada
Cuando llegó a Semifinales en Tokio 2020 se quedó con ese deseo de querer superar su actuación; cuando en París le tocó subirse al podio, le quedó ese deseo de hacerlo desde la posición más alta. Es ese deseo de competitividad el que lo motiva a seguir esforzándose y cumplir ese cometido que se estableció desde niño: ganarle a los chinos.
"Yo estaba seguro de que habíamos ganado, al caer las calificaciones nos dimos cuenta que no. Es un deporte de apreciación, nos quedamos muy cerca", reconoció sobre esa diferencia tan corta que tuvo junto con Juan Celaya para buscar el triunfo en los sincronizados. "Por ahora toca descansar y luego regresar a entrenar con más ganas, con más motivación. En Tokio me quedé con la espinita de la semifinal, en París con la de la medalla de oro. Entonces, sin duda, voy a entrenar el triple, el cuádruple, el quíntuple para lograr esa finalidad".
Pide apoyo para todos
Bien se dice que el peor enemigo de un mexicano es otro, pero Osmar pide que esta mentalidad termine, ya que son los atletas olímpicos los que más desean sacar resultados favorables en estos eventos, pero que a veces por diferentes circunstancias no se logra.
Para todos esos compañeros que acabaron con un cuarto lugar o un diploma olímpico, asegura que están cada vez más cerca de conseguir el objetivo y este puede llegar en Los Ángeles, pero que también pide a patrocinadores y a público a no dejar de alentar, porque ellos agradecen mucho ese apoyo.
"La verdad el que ya sean atletas olímpicos es un gran logro, yo sé que muchos de ellos querían esta medalla, lucharon por esta medalla y se quedaron muy cerca, muy cerca de nada y creo que lo mejor que pueden hacer es apoyarlos, que se sientan más conectados con todo el pueblo mexicano, que a lo mejor en cuanto estén en Los Ángeles con apoyo de la gente, con apoyo de todas partes, que ya van a competir por la medalla; creo que lo importante es apoyarlos, porque nadie más que nosotros queremos hacerlo bien, darle esa victoria a México, pero hay veces que así pasa".
También dijo que tanto ella como Ma Jin se concentraron en hacer su trabajo y no dejar de entrenar para buscar esos podios, además de que en mayo se acercó a Ana Guevara para una reunión privada en la que le pidió consejos olímpicos y que sin duda le sirvieron mucho en París.
RGS