En la década de los 80’s el futbol vio la consagración de Diego Armando Maradona al conquistar el Mundial de México 1986; gracias a ese logro, el argentino se metió al debate sobre quién es el mejor futbolista de todos los tiempos, si él o Pelé.
Aunque Edson Arantes conquistó tres Copas del Mundo durante su carrera (1958, 1962 y 1970), siempre lo hizo acompañado de grandes planteles, llenos de calidad; situación que contrastó con la manera como Diego lo hizo en el 86, al liderar a una Argentina que no era de los favoritos, pero conforme avanzó el torneo fue ganando adeptos gracias al talento del 10.
Maradona en el Mundial de México 1986 (Fototeca Milenio)
Muchos creen que, sin Pelé el conjunto brasileño hubiera ganado esos mismos Mundiales; en cambio, sin Maradona es casi imposible que la albiceleste se hubiera alzado con su segunda Copa del Mundo de la historia.
Pero no solo Diego Armando fue figura durante esta década; para el deporte mexicano también significó la explosión de su mejor futbolista: Hugo Sánchez. En el último lustro, Hugo fichó con el Real Madrid donde ganó títulos y se convirtió en el mejor centro delantero de Europa, conquistando cuatro Pichichis, que sumado al que ya tenía del Atlético de Madrid, le dieron forma al mote del Pentapichichi.
Hugo Sánchez con un ejemplar de La Afición (Fototeca Milenio)
En el beisbol de las Grandes Ligas, el mejor del mundo, un joven de nombre Fernando Valenzuela desató la “Fernandomanía” en 1981 con los Dodgers de Los Ángeles, conquistando la Serie Mundial con su equipo y logrando el Cy Young y el Novato del Año a nivel individual.
También en esta década, hubo grandes pérdidas como la del Santo, un luchador que trascendió su deporte y se consagró como un personaje de la cultura popular gracias a las películas que hizo.
El Santo, leyenda de la lucha libre mexicana (Fototeca Milenio)
La evolución de La Afición
En 1980, La Afición llegó a los 50 años de existencia, consolidado como uno de los diarios deportivos más importantes del país. Para esta década, el periódico evolucionó en su diseño con la introducción de color en la portada; primero con el uso del verde, que se hizo su distintivo –de ahí que se le conociera como La Lechuga– que se institucionalizó como color de fondo, y luego con la modificación en el diseño del nombre del diario.
Evolución de La Afición (Fototeca Milenio)
Este cambió fue el más significativo, pues se modernizó el diseño que se había ocupado desde mediados de la década de los 30. Para 1982 apareció con la misma tipografía, pero con un acomodo diferente, en el que se le daba mayor peso a la palabra “Afición” sobre el artículo “La”.
Además, en el primer lustro se le agregó el número de años que estaba cumpliendo el periódico hasta llegar a los 55 años. Sí, en esta década La Afición continuó su constante evolución, adaptándose a los cambios y siguiendo a la vanguardia.