“La Afición fue mi vida”: Don Jorge Bermejo García

Don Jorge Bermejo García entró a trabajar en el periódico en 1945, cuando apenas tenía 15 años, y en el 2000 lo dejó con la tranquilidad de haber seguido las enseñanzas de Fray Nano, su mentor

Jorge Bermejo y Mike Brito, el hombre que descubrió al Toro Valenzuela (FOTOTECA MILENIO)
Eduardo Espinosa
Ciudad de México /

Solo habían pasado cuatro días de la muerte de su hermano Rodolfo, cuando Jorge Bermejo García se presentó en la oficina de Alejandro Aguilar Reyes –inmortalizado con el seudónimo de Fray Nano– para solicitarle un puesto de redactor en La Afición.

Ninguno tuvo dudas. Fray Nano confiaba en el potencial de que aquel niño de 15 años, por lo que aceptó de inmediato, y Jorge siempre supo que esa redacción, la del primer periódico deportivo de México, era el lugar donde debía estar.

La Afición fue mi vida… Fray Nano, cuando yo entré, me dijo ‘ten en cuenta que de aquí en adelante La Afición va a ser su novia’ y así fue; yo vivía para el periódico, a mis hijos los veía a ratos, porque estaba todo el día en el periódico, pero cuando trabajas donde eres feliz no lo sientes; yo trabajé 55 años en La Afición y nunca lo sentí, porque esa era mi vida”, cuenta don Jorge Bermejo, hoy que su querido periódico cumple 90 años de existencia.


UNA FECHA, UN DESIGNIIO

El día que cumplió 15 años, el 27 de marzo de 1945, Jorge recibió dos noticias que cimbraron su corazón. La primera fue una bocanada de alegría, ya que se trataba de una dedicatoria del mismísimo Fray Nano en un libro que le mandó de regalo: “Para un aficionado que va que vuela para cronista deportivo”, le escribió el fundador de La Afición.

Sin embargo, la segunda opacó el festejo y lo entristeció por completo: su hermano Rodolfo había sufrido un accidente de tránsito y no logró sobrevivir.

Con ese pesar en alma, Jorge decidió presentarse ante Fray Nano para seguir los pasos de Rodolfo, quien había trabajado en La Afición desde 1936. “Él cuando me vio entrar me dijo ‘yo sé a qué vienes’ y yo le dije que quería ser cronista deportivo”. El 1 de abril de 1945 comenzó esta historia de 55 años de duración.

FRAY NANO, EL MENTOR

Pero las cosas no iban a ser tan sencillas para el joven Jorge Bermejo. Fray Nano le impuso reglas para que pudiera trabajar en La Afición.

“Para mí fue un segundo padre. Él me puso tres condiciones cuando entré a trabajar; me dijo, ‘primero quiero tener el permiso de tus papás, porque aquí se sale muy noche, otro es que no dejes la escuela y el tercero es que leas un libro cada 15 días’; él me escogía un libro de su librero y luego tenía que platicarlo con él.

“Mis primeras notas yo se las entregaba al secretario de redacción y él se las daba a Fray Nano; él las corregía, ‘cambia esto… ponga lo principal de la nota en el primer párrafo… te falta aquello’, y siempre me explicaba sus correcciones”.

Para cumplir la segunda petición de Fray Nano, Jorge decidió estudiar educación física, formación que le ayudó a consolidarse dentro del periodismo deportivo.

“Aún no había escuelas de periodismo, así estudié educación física y empecé a practicar varios deportes y eso me ayudó porque para los Juegos Centroamericanos de Guatemala 1950, Fray Nano dijo ‘que vaya Bermejo, porque es el único que me puede cubrir cuatro o cinco deportes’; eso me ayudó mucho y gracias a eso fui a cinco Juegos Olímpicos”.

Jorge Bermejo trabajó en La Afición de 1945 al 2000, iniciando como redactor y después pasó a ser jefe de redacción y subdirector. En esos 55 años le tocó ver la consolidación de grandes periodistas emanados del periódico.

Fray Nano se llevó a Monosabio (Carlos Quiroz), que en ese entonces era el mejor cronista de toros de la época, y Don Facundo (Mario Fernández), pero ahí comenzó la escuela, de aquí empezaron a salir muchos redactores de deportes; estaba Jorge Alarcón, aunque desde los 30 estaba su papá Benjamín Alarcón; estaba Antonio Andere, mi hermano Rodolfo que comenzó en el 36. Cuando el resto de los periódicos de la capital se dieron cuenta de la importancia de los deportes, empezaron a jalar gente de La Afición, porque ya estaban hechos; se fueron varios, pero seguía la producción de gente con Fray Nano”, cuenta.

UNA VIDA, UNA AFICIÓN

Ya son 20 años desde que Jorge Bermejo García dejó a su querido periódico, pero a la distancia aún lo sigue y lo lee. En marzo él cumplió 90 años y ahora, este 25 de diciembre, La Afición hace lo propio.

“Nunca pensé que iba a estar toda mi vida. Yo tenía cuatro años en el periódico cuando me hablan de Ovaciones, que apenas lo estaban formando, pero nunca me quise ir, yo quería mucho a La Afición y me dio muchas amistades. Nunca imaginé que iba a estar toda la vida y todo lo que me iba a dar”, así concluye don Jorge, con ese entusiasmo con el que quizá –a sus 15 años– se presentó frente a Fray Nano para decirle que quería ser cronista deportivo. Y sí, lo logró, fue de los mejores y La Afición siempre se lo agradecerá.


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