Argentina vuelve a cruzarse en el camino de la Selección Mexicana, y el escenario no es el ideal para el conjunto de Gerardo Martino; este sábado será un duelo a corazón abierto, prohibido perder para ambos equipos, sobre todo para la albiceleste, que no tiene margen de error después de su derrota ante Arabia Saudita.
Cuarto partido que se ven las caras ambas selecciones en una Copa del Mundo, y la mirada al pasado es la que alimenta ese halo de pesimismo para el equipo azteca, pero también se presenta como un acto de revancha y una oportunidad para darle un vuelco a la historia.
Sufriendo desde el inicio
El primer antecedente en un Mundial entre México y Argentina nos traslada a Uruguay 1930; sí, a la primera Copa del Mundo. Fue el 19 de julio de 1930, cuando ambos equipos se midieron en el estadio Centenario, en Montevideo.
Y Argentina, un país con una tradición futbolística, no tuvo piedad de México. En el cierre de la fase de grupos la albiceleste goleó 6-3 al conjunto Tricolor. El dominio sudamericano fue tal que el equipo de Alejandro Scopelli, al minuto 17, ya tenía tres goles de ventaja sobre el de Juan Luque.
Aunque un gol de Manuel Rosas parecía darle dignidad al resultado, eso solo hizo enfadar a los pamperos que marcaron dos goles más, aunque México también se encontró con otro par de anotaciones, Guillermo Stabile, la gran figura del juego con un hat-trick, cerró el partido.
La joya de Maxi
La suerte o la fortuna llevaron por caminos separados a México y Argentina en los Mundiales posteriores, quizá algo bueno para el equipo mexicano. Sin embargo, volvieron a cruzarse en Alemania 2006.
Y sí, 76 años después, la historia no cambió. Ya en un futbol desarrollado, la ciudad de Leipzig fue el escenario del encuentro en los octavos de final. El equipo mexicano, que era dirigido por Ricardo La Volpe, arrancó de buena manera, con un gol de Rafael Márquez al minuto 6, pero Hernán Crespo devolvió la paridad al 10’.
El resto del partido fue de tensión, ninguno encontró el gol. En el tiempo extra un momento de inspiración de Maxi Rodríguez, quien marcó un gol de bandera con una volea impresionante, dejó a México eliminado. De nuevo Argentina, de nuevo la amargura de los octavos de final.
De la mano de Maradona
Cuatro años después, el destino que había separado los caminos de estas selecciones se aferró en juntarlos de nueva cuenta, otra vez en octavos de final de Sudáfrica 2010. El estadio Soccer City fue la sede de un encuentro en el que México buscaba revancha.
Pero no pudo ser, Argentina, con polémica arbitral incluida, se llevó a México por delante. Carlos Tevez (26 y 52’) y Gonzalo Higuaín (33’), fueron los victimarios de una Selección Mexicana que otra se estrelló de frente ante la albiceleste. El gol de Javier Hernández (71’) sirvió de poco. De nuevo Argentina le propina un trago amargo al futbol mexicano.
Sobrevivientes
Guillermo Ochoa y Andrés Guardado, los dos capitanes de la actual Selección Mexicana, vivieron en carne propia esas dos eliminaciones. Andrés estuvo en el campo en ambas. Ochoa las vio desde el banco, hoy los papeles se han invertido. Memo está llamado a ser uno de los héroes nacionales y Andrés imprimir su voz de mando para cambiar la historia negativa.
No es una final, pero lo parece. No es una final, pero la Argentina de Messi se juega la vida. No es una final, pero es la hora para que México cobre cuentas pendientes.