Este domingo, los Lakers no solo perdieron claramente ante los Clippers, sino que quedó bien claro lo que ya se sabía: sin LeBron James y sin Anthony Davis, no son contendientes.
El marcador de 104-86 con el que perdieron el clásico angelino se entiende porque fue un pésimo día para Kyle Kuzma y el resto de los jugadores que representaron al campeón de la NBA, pero ahora que coquetean con el sexto sitio del Oeste (ya son quintos, pero únicamente por medio juego), han comenzado a sentir el calor del fuego en sus pies.
El estado actual de los standings dicen que en el Oeste seis equipos calificarán directamente a los playoffs, mientras que quienes terminen séptimo y octavo deberán definir con los que acaben noveno y décimo por un lugar en la fiesta.
La diferencia entre los Lakers y estos lugares ya es solamente de tres juegos.
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Lesiones=debacle
Al arranque de la temporada, los Lakers lucían como un equipo inalcanzable. Cuando comenzó la competición, la realidad fue muy diferente a lo esperado, pues los angelinos tuvieron que esforzarse para ganar. Y cuando las lesiones los golpearon, el ensueño se volvió pesadilla.
Anthony Davis únicamente ha jugado en 23 de los 50 juegos de los Lakers en esta temporada, pero los campeones consiguieron minimizar la pérdida de su máxima estrella y salieron adelante... gracias a LeBron James.
Pero una vez que ni La Ceja ni El Rey estuvieron en la duela, las derrotas se han convertido en la nueva costumbre.
La marca de los Lakers sin Davis en esta temporada es de 12-12, lo cual es malo para un equipo con su estirpe. Su récord sin James es 3-7, y con ella queda claro a quién extrañan más.
Es cierto que se espera que Davis y James y regresen y que cuando lo hagan las cosas van a ser muy diferentes, pero si el resto de jugadores no es capaz de dar la cara, luce muy difícil que las dos estrellas de los Lakers sean capaces de volver de la lista de lesionados para que el equipo pelee en la postemporada con equipos con meses de acoplamiento.
A carburar con prisa
Los Lakers no solo esperan que Anthony Davis y LeBron James regresen al equipo en las siguientes semanas, sino que les urge que Andre Drummond se integre cuanto antes.
Wesley Matthews es otro que ha estado con problemas de lesiones y baja de juego, por lo que también se espera que regrese a su vive, pues aunque Montrezl Harrell y Kyle Kuzma han dado la cara, son demasiado inconstantes y tienen categoría para ser seguidores, no guías.
El campeón de la NBA debe despertar, porque si no, su reinado ya no durará mucho.