El que Víctor Guzmán arrojara un resultado adverso en una prueba antidoping es el principio de un caso que aún tiene mucho por definir. Para empezar, Grupo Pachuca le abrió las puertas al futbolista y lo respaldará, pero ¿después de esto, qué sigue en el proceso? Ricardo de Buen, experto en derecho deportivo internacional, explicó los pasos a seguir en este tipo de casos.
“El hecho de que haya salido un analítico adverso es el principio, no quiere decir que sea culpable, todavía tiene derecho a defenderse, y bueno, lo que sigue cuando le notificaron este resultado, seguramente le debieron preguntar si quiere abrir la prueba B, si quiere seguir un procedimiento, seguramente contestó que sí”, dijo el abogado.
Ahora, Guzmán tendrá que abrir la prueba B que se encuentra en un laboratorio en Cuba. Normalmente, este tipo de muestras se guardan durante tres años para que no exista problema alguno y pueda ser abierta cuando se requiera.
Sin señalar que la prueba B sea adversa también, existen muy pocas probabilidades de que no lo sea, según el conocimiento que ha tenido De Buen en este tipo de casos. “Lo que sigue es ir al laboratorio de Cuba a abrir la prueba B. Las posibilidades, conociendo lo que pasa en estos asuntos en todo el mundo, de que la prueba B sea diferente a la A son mínimas, un 2 por ciento. Si se ratifica que el B también salió adverso; entonces ya tendría que seguir un procedimiento legal, se abre un audiencia por el Comité Nacional del Dopaje”.
Será la Comisión Nacional de Dopaje la encargada de sancionar al futbolista en caso de que esa prueba B sea adversa también, pero antes de que eso suceda, el Pocho tiene la libertad de dar sus argumentos.
“Él tendría que dar a conocer sus argumentos en cuanto a la sustancia, que no fue negligente, todo lo que él desee o quiera argumentar, y será la Comisión Nacional de Dopaje en primera instancia la que aplique una sanción, si es que se le aplica, y al final legar el asunto hasta el TAS. Es un tema en el que se inicia, se tiene mucho camino por recorrer y no se puede decir que sea culpable”.
Mucho se hablaba sobre la posibilidad de que pudiera ser una pena menor si se comprobaba que la sustancia que utilizó, en caso de que así sea, fue recreativa. Sin embargo, De Buen es claro en este tema, y aseguró que no se trata de su una sustancia produce o no cierto efecto para ayudarte en el desempeño físico, sino de que se encontró en el cuerpo.
“No se sabe que sustancias es, hay dos grandes opciones. La lista de sustancia prohibidas de la WADA (Agencia Mundial Antidopaje por sus siglas en inglés), dice que en sustancias que se les llaman específicas la sanción puede ir de 0 meses a dos años. Las no específica son las más fuertes, entonces va de 0 meses a 4 años”.
El abogado explicó que esos son los próximos pasos y sobre todo, el tiempo que podría ser suspendido el futbolista en caso de que la prueba B sea adversa, y claro, ya con los argumentos que dé.
“Esos son los parámetros. Sabiendo la sustancia podremos saber cuáles son sus riesgos y con base a su defensa puede ser desde 0 meses o llegar a cuatro años. Entonces ya tendrá que verse con los argumentos que presente”.
Además, hizo hincapié en que “el dopaje no es de resultados. El dopaje es que tienes la sustancia en tu cuerpo. Si al final no te resultó en mayor medida, eso no significa que te tienen que reducir el castigo".
En el futbol mexicano se han dado varios casos de adversos positivos que han sido sancionados. Y alrededor del mundo pocos se han perdonado. En general es muy difícil que un deportista pueda salir bien librado.
“Es complicado, pero siempre hay ciertas posibilidades. Ha habido casos alrededor del mundo en el que se prueba que llevó la sustancia a su cuerpo por algún tipo de contaminación, por algún tipo de hasta sabotaje, o con poco dolo o negligencia, y en esos casos se elimina, pero el porcentaje es mínimo en el 100 por ciento de los casos”.