El 2025 es un año que vivirá en la memoria de Lía y Mía Cueva Lobato. Debutaron en la selección de clavados de Primera Fuerza y subieron al podio en dos Campeonatos Mundiales, materializando el sueño por el que han entrenado toda su vida y que a la postre, escribe su nombre en los libros de historia con tan solo 14 años de edad.
Recorrido que comenzó a escribirse en casa durante el mes de abril, rodeadas de banderas tricolores, con la grada repleta de familiares y amigos que no pararon de corear su nombre y toda una ciudad expectante. El resultado fueron 298.08 puntos después de cinco rondas que les dio la plata en 3 metros sincronizados.
Meses más tarde, emularon la hazaña en el Campeonato Mundial de Singapur, colgándose el bronce al lograr las 294.36 unidades. Una hazaña que pocos hacen a su edad.
“Me siento muy feliz y muy contenta de que todo esto haya pasado porque en cada entrenamiento nos esforzamos mucho y desde chiquitas tenemos esa mentalidad junto con Iván, él siempre nos ha apoyado y siempre ha estado ahí con nosotras”, señaló Lía. “Sí, yo también me siento muy feliz del resultado y de poder haber disfrutado la competencia”, le siguió Mía.
¿Se imaginaron lograr esto a los 14 años?
Lía: No, este año estuvo lleno de sorpresas, pero sí nos esforzamos mucho en todo lo que hacemos y siento que eso también nos da seguridad.
¿Sienten que es el mismo nerviosismo en Olimpiada Nacional que en Copa Mundial?
L: Es distinto. Yo siento que me pongo más nerviosa en la Olimpiada, no sé por qué, pero de todos modos hay nervios en todas las competencias, también siento que lo hemos podido controlar mejor.
¿Creen que el competir siendo hermanas ayuda con ese nervio?
Mía: Sí, yo siento que nos ayuda mucho porque siempre estamos juntas, teniendo ahí a tu hermana que te está apoyando, a tu familia, pues nos ayuda mucho, también Iván nos ayuda mucho en eso, es parte de nuestra familia ya.
Siendo pequeñas acompañaban a su hermana mayor a entrenar y de ahí nació la curiosidad, ¿qué le dirían a Suri por haberlas motivado a intentar lo que ahora es su sueño?
L: “Muchas gracias Suri, ella también nos inspira mucho cada día, si ella se esfuerza mucho como que tratamos de seguirla y me inspira mucho que ella esté junto con nosotras en el deporte y en toda nuestra vida.
M: “Es un ejemplo a seguir nuestra hermana mayor, el ver cómo se esfuerza cada día en los entrenamientos es como una motivación para que nosotras también nos sigamos esforzando”.
Mencionan que el entrenador Iván Bautista es parte de la familia, ¿cómo es él?
L: “Es muy exigente, pero él tiene una frase que es ‘nada personal’, al final del entrenamiento siempre nos dice eso, pero siempre me siento muy acompañada de él y muy feliz de que él sea nuestro entrenador.
¿Quién es su máximo ídolo?
L y M: Paola Espinosa.
M: La admiramos muchísimo la verdad.
¿Qué sienten de que haya niñas que quieren ser Lía y Mía?
M: Me siento súper feliz de que las niñas nos vean y que digan que quieren ser como nosotras y espero que eso siga pasando en cada competencia, que cada vez nos conozcan más y tratar de dar lo mejor siempre.
Con toda esta experiencia internacional, ¿qué tan cerca se ve Los Ángeles 2028?
M: Ya está aquí cerquita, es prepararnos muchísimo porque es nuestro más grande sueño y la verdad sí, entrenar mucho para llegar a ello.
L: Desde chiquitas que entramos, Iván nos metió eso en la mente de que nosotras también podemos ganar esa medalla.
Al ganar la medalla de oro, Osmar Olvera dijo que los chinos regresarán más preparados para recuperarla, ¿cómo toman ustedes el reto?
L: Siento que también nos exige a nosotras, que podemos trabajar más y tratar de darles más pelea.
M: Sí, seguir entrenando muchísimo, no soltar eso porque sabemos cómo son los chinos, que siempre están duro y dale en cada competencia y debemos entrenar muchísimo para poderles ganar.
SRN