El regreso de Atlas a La Corregidora de Querétaro significa también poner limón a la herida de los aficionados que en aquella ocasión vivieron en carne propia la violencia dentro del inmueble.
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Alejandro Hernández , tapatío y atlista de hueso colorado, aseguró que a casi un año del evento y con los Zorros a punto de volver al inmueble, solamente recuerda gritos, sangre y golpes, el futbol pasó a segundo término.
A pesar de los cambios en Liga MX, los protocolos y nuevas reglas para ingreso al estadio, dejó en claro que no volvería al recinto queretano más adelante, pues de momento el estadio cumple una sanción de un año recibiendo juegos como local de Gallos a puerta cerrada.
“Recuerdo sangre, gritos, alboroto, todo menos futbol, no recuerdo casi nada de eso, únicamente el gol de Julio, pero ninguna jugada, gritos, peleas, golpes, botellas quebrarse”, dijo.
¿Llegaste a temer por tu vida?
“Al principio no, me habían tocado algunas peleas en La Corregidora, creí que sería una pelea más, no temía por mi vida al inicio, pero cuando vimos que traían armas, navajas, que todos eran contra nosotros por que no había ni seguridad para defender, ahí fue cuando temí por mi vida, a principio creí que era una pelea más, pero cuando vi cuerpos en el piso que seguían golpeando, temí por mi vida”.
¿Cómo fue que lograste salir del estadio?
“Tengo familia, no me meto en problemas y tampoco los busco. Lo que hice fue irme a donde no hubiera problemas hasta que me metí a la cancha y de ahí a los vestidores, nos refugiamos del lado de Queretaro, recuerdo que Hernán Cristante nos arropó con familiares de los jugadores”, expresó.
¿Volverías en algún momento a La Corregidora?
“La verdad es que no, no volvería, lo que menos quiero es problemas, ni aunque se me invite, jamás he regresado ni siquiera a la ciudad quisiera regresar, ni con protocolos o aunque prometan seguridad”.
SRN