América da un golpe de autoridad y doblega al líder Monterrey

Diego Valdés y Federico Viñas marcaron los goles que le dieron a las Águilas tres puntos que lo ponen como tercer lugar general; Luis Malagón atajó un penal

América derrota a Monterrey en el Estadio Azteca en jornada 14 (imago7)
Higinio Robles
Ciudad de México /

Aquí está América, en el día que se le demandaba un triunfo de jerarquía lo dio nada menos que ante el líder general del torneo. Un 2-1 que dejó un grato sabor en el americanismo y un dejo de impotencia en Rayados. Un juego de Liguilla que tiene pinta de convertirse en algo más en la Liguilla.

El frente a frente de las dos plantillas más caras del futbol mexicano solo podía augurar un partido de alto calibre, y así fue, porque el líder general del torneo vino al Azteca a demostrar su jerarquía, pero se dio cuenta que enfrente, tendrá un rival que le puede hacer la guerra ahora mismo y en la Liguilla.

Para América el juego tenía tintes especiales, las Águilas querían dar un golpe sobre la mesa, avisar que en la Liguilla será un equipo más fuerte y ese mensaje se mandaría sometiendo al equipo que mejores registros acumula en lo que va del torneo.

Y sí, las Águilas se lanzaron al frente, fueron un equipo más propositivo que Rayados, que ejerció un poco más especulativo, pero confiando en su bloque bajo y en su poder ofensivo que hoy lo tiene allá arriba de la tabla.

El primer aviso lo dio Cabecita, pero Andrada desvió el tiro del charrúa. Rayados no se estresó, es un equipo que tiene capacidad de sufrimiento y también dio muestras de que por más que fuera pasivo, tiene la capacidad para causar mucho daño.

El equipo de Vucetich pegó primero, aprovechó una pérdida de balón de Cabecita y montó un contragolpe vertiginoso, una transición que tomó mal parada a la defensa de las Águilas y Romo acabó chutando; Malagón tapó, pero el rechace le cayó a Maxi Meza, el argentino tocó con fuerza y colocación y puso el 0-1 al minuto 18.

Si América quería demostrar su músculo tendría que hacerlo viniendo de atrás. Otra prueba de capacidad futbolística para el cuadro de Fernando Ortiz. Se la perdió Zendejas por un buen achique de Andrada, luego un par de acciones fueron reclamadas por los azulcrema como penales, sobre todo un contacto de Moreno sobre Henry dejó la impresión de que pudo haber sido consultado en el VAR.

Apretaba los dientes el cuadro amarillo, no quería irse al vestuario con la desventaja, tenía la pelota y buenas intenciones, pero faltaba tomar mejores decisiones en ataque; sin embargo, vino un error de Rayados que le abrió la puerta de la igualada.

Pura viveza de Diego Valdés, así como el chileno es capaz de desquiciar por perderse jugadas claras y pecar de exquisito en varias acciones, tuvo la convicción de ir a pelear una pelota que pintaba para irse a córner, pero a Andrada se le cruzaron los cables, no quiso dejarla salir y la mantuvo viva, pero se la obsequió a Valdés que la tocó a la red. Empate merecido al 35’.

Nada se movió tras el paso por los vestuarios, tampoco el guion del partido, era la misma tónica en la que América buscaba el protagonismo y Rayados se plantaba con mucho orden.

Vucetich movió ficha, Moreno y Celso se marcharon por Vegas y Aguirre, cuidaba su defensa y mandaba más peso en ataque.

América no le movía nada, pero el equipo estaba muy acelerado, le hacía falta bajar las pulsaciones porque continuaba tomando malas decisiones en el último pase. Y hasta a suerte le sonrió a Rayados en un rebote que se encontró Andrada, lavando su error en el gol americanista.

El partido se hizo mayor, Rayados dio unos pasos al frente, tuvo más pelota en los pies y América tardó en engancharse con los cambios, pero cuando lo hizo, trabajó una jugada en la que Valdés filtró una gran pelota a Federico Viñas, el charrúa que ha pasado meses de mucho letargo, controló la bola y definió con la zurda por abajo para batir a Andrada. América sometía al líder del torneo al 79’.

Ahora venía una prueba de resistencia, porque Rayados iba a morir en la raya, hace una semana contra León se le fue el triunfo en el tiempo de compensación. Ahora tenía que gestionar el partido para no cometer las mismas desatenciones.

Pero no, América no es capaz de cerrar los partidos, y en una arrancada de Duvan Vergara, nadie le pudo cerrar el paso y Cáceres terminó cometiendo un penal, muy discutido por los americanistas, pero el VAR lo ratificó.

El americanismo se quería morir, pero Luis Malagón hizo del estadio un manicomio cuando detuvo el lanzamiento de Joao Rojas. América apeló a la heroica, metió a Araujo para cerrar el partido, lo ganaron las Águilas que mandan un mensaje claro: Rayados no es imbatible y no es el único candidato al título, porque aquí está el América.


DAO


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