El Clásico Capitalino es considerado un partido de alto riesgo debido a los encontronazos que se generaron con anterioridad entre fanáticos de América y Pumas, pero en esta edición reino la paz, el buen ambiente y hasta la camaradería, nadie cayó en provocaciones y se dedicado. A realizar un carnaval previo, durante y al finalizar el encuentro.
Para que esté ambiente fraternal se llevará a cabo en el estadio Azteca, la Secretaría de Seguridad Pública desplegó un dispositivo en el que evitó el ingreso a bebidas alcohólicas, pues antes de ingresar al estacionamiento del estadio Azteca, todos los vehículos fueron revisados minuciosamente, incluso solicitaban abrir las cajuelas. Algunos aficionados fueron obligados a tirar las cervezas y de más bebidas alcohólicas que transportaban, así como algunos objetos que pudieran ser utilizados para lastimar a alguien.
Algunos fanáticos lograron ingresar algunas chelas, pero fueron sorprendidos por los elementos de seguridad y fueron desalojados del inmueble y posteriormente remitidos a la delegación de Coyoacán.
Por algunos momentos se escuchaban cánticos universitario como: " Las gallinas son así, serán amargas toda la vida...", Situación que parecía calentar a los seguidores azulcremas, quienes se regresaban y contestaba con un respectivo cántico: "Vamos, vamos América, está noche...", En ningún momento hubo insulto de ninguna de las partes, incluso algunos señores aficionados de América se acercaban y les daban la bienvenida a su casa.
Ya dentro del Coloso de Santa Úrsula imperó el buen ambiente. Los seguidores de Pumas se instalaron y comenzaron con su carnaval y estremecieron los cimientos del Azteca en diversas ocasiones con el Goya al grado que América necesito del sonido local para que sus seguidores lograrán disminuir los decibeles de los universitarios y no sentir la presión de los visitantes.
Fue en el medio tiempo que los fans de Pumas guardaron silencio para retomar energías y continuar con su aliento.
DAO