Aunque el talento es una cualidad innegable en el roster de Tomateros de Culiacán, la efectividad no ha formado parte de la temporada 2022- 2023 de los guindas y el bache que atraviesan parece ser obra de la mala fortuna y las medidas tardías por parte de la directiva.
A inicios de temporada se hablaba de mejorar el porcentaje de bateo de la campaña anterior como uno de los principales objetivos, pero el .281 con que cerraron en 2021 se ha vuelto complicado incluso de igualar, pues actualmente Tomateros ronda el .221 de promedio colectivo.
Ramiro Peña, Efrén Navarro, Ali Solís, Sebastián Elizalde y Joey Meneses; están inmersos en un claroscuro de productividad que los aleja de la peligrosidad que solía caracterizarlos, pero cuando la base del line up sufre, los refuerzos son llamados a sacar el barco a flote.
Encomienda que no ha sido lograda. El refuerzo estelar en cuanto a bateo, Stone Garret, se integró recientemente al equipo con una pobre participación que lo tiene con .149 en 18 juegos; Isiah Gilliam suplió su ausencia desde inicio de temporada con un paso similar pues en 100 apariciones al plato solo pudo chocar el madero en 20 ocasiones.
Pero la escasez de resultados también afectó a los brazos, David Holmberg quien fuera nombrado Lanzador del Año en 2021 ha batallado para encontrar la zona de strike, su actual era de 9.0 parece muy lejano del 2.43 de efectividad que lo llevó a conseguir la distinción la campaña pasada, igual de desafortunados Hayato Takagi y Ryan Clark.
De entre los extranjeros que sí han logrado mantener la regularidad están el abridor Kurt Heyer con 3.92 de promedio en 10 aperturas de 35 ponches; Roel Ramírez atendiendo al relevo y como cerrador Alberto Baldonado sigue siendo líder entre los guindas.
JMH