El 6 de abril de 1986, las campanas sonaron en señal de duelo, uno de los gladiadores más grandes en la historia de la lucha libre mexicana había fallecido… Roberto González Cruz mejor conocido como el Solitario perdió la vida a causa de un infarto al corazón, noticia que conmocionó al pancracio, sobre todo a su compadre José Ángel Vargas Sánchez, conocido en el mundo de la lucha como Ángel Blanco, quien tres semanas después pereció dándole alcance a su mejor amigo.
Trágica noche
Días después de la muerte del Solitario, José Vargas le contó a su esposa, la señora María Luisa que sintió la presencia de Roberto en la cabecera de su cama, palabras que fueron echadas en ‘saco roto’ por su cónyuge.
El 26 de abril, tras una función en Nuevo Laredo, Tamaulipas, varias leyendas de la lucha libre salieron rumbo a Monterrey, pero todo parecía indicar que una desgracia se avecinaba, pues al abandonar la arena, Dr Wagner señor, quien manejaba el automóvil impactó a un motociclista. Ante este hecho fueron llevados al ministerio público, el cual dejaron minutos más tarde debido a que el promotor se hizo cargo pagando los daños al afectado.
Ya con todo solucionado, los luchadores continuaron su andar y en la carretera una de las llantas traseras explotó desestabilizando al ‘Galeno’, quien en su intento de controlar el vehículo invadió el carril contrario, pero estuvo cerca de impactarse contra un tráiler, para evitarlo giró el volante, pero debido a la velocidad a la que viajaban perdió el control y se impactaron con un poste.
Luego del choque los gladiadores que viajaban en la parte posterior del vehículo salieron por su propio pie Mano Negra ayudó a Solar y a Jungla Negra a abandonar el auto que había quedado destrozado y que comenzaba a incendiarse. Al ver las llamas, un chofer de un autobús sacó un extintor y apagó el fuego dejando ver que Ángel Blanco estaba con medio cuerpo en el cofre del carro ya sin vida.
Una ambulancia llegó hasta el lugar para rescatar de los fierros retorcidos a Dr. Wagner, quien ya no fue el mismo, pues quedó mal de una pierna y con depresión por el fallecimiento de sus dos amigos y compañeros.
La Ola Blanca
La amistad de estos gladiadores comenzó en la década de los 60’s. El Solitario, quien era el de mayor fama, se unió a Ángel Blanco y a Dr. Wagner en la temible ‘Ola Blanca’, un trío de rudos, el cual era invencible. Años después, Roberto González Cruz se convirtió en técnico iniciando una enorme rivalidad con sus antiguos compañeros.
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