Alberto Contador se nota tranquilo y relajado. Hace cinco años que anunció su retiro profesional del ciclismo, pero aún mantiene la forma de sus buenos años; incluso, sigue muy ligado al deporte de toda su vida en la faceta de comentarista. Sí, será difícil que Alberto pueda bajarse de alguna forma de la bicicleta, literal y metafóricamente hablando.
Y es que para el chaval de Pinto –tal como se le conoce por la región madrileña en la que nació en 1982– las bicicletas y las rutas se convirtieron en su día a día por más de 14 años.
“El momento más feliz fue cuando me dijeron que iba a ser ciclista profesional; yo empecé por mi hermano, porque no había tradición en la familia. Yo tenía tres sueños: uno era ser ciclista profesional, otro era competir en el Tour de Francia y otro era ganarlo. Afortunadamente, con trabajo se consiguieron los tres”, cuenta a MILENIO-La Afición.
Ahí, bajo esta combinación, Alberto disfrutó sus mayores triunfos y sufrió las más devastadora de las derrotas: el doping.
Su mejor victoria
Alberto Contador tiene un legado en el ciclismo que lo pone a la altura de los mejores de esta disciplina: 2 Tour de Francia, 2 Giro de Italia y 3 Vueltas a España. En 2007 –cuatro años después de convertirse en profesional– llegó el primer Tour; para 2008 logró la victoria en el Giro y en la Vuelta; y en 2009 repitió en Francia. Ese fue su mejor momento, porque luego de dos años sin triunfos en las grandes competencias vinieron dos coronas más en las Vueltas de 2012y 2014, y un Tour más en 2015.
Sin embargo, pese a que saboreó la gloria en las grandes rutas, para Alberto la victoria más importante y simbólica fue en el Tour Down Under, en Australia, a principios de 2005.
“Hay un triunfo que es el más importante de todos, por las circunstancias; venía de sufrir un ictus cerebral en 2004 y no se sabía si podía volver a competir, me intervinieron, la operación salió bien y parecía que podía volver a montar a bicicleta. Cuando empezó el año, fui a la primera competición y gané, estando en Australia, para mí esa victoria fue increíble, no fue la más prestigiosa, pero para mí y mi familia fue la más importante”, relata.
Durante 2004, apenas en su segundo año como profesional, Alberto estuvo cerca del retiro, incluso de la muerte. Una caída, en la que se rompió la mandíbula, le provocó un coágulo; días después le detectaron una hemorragia cerebral causada por un cavernoma.
La peor de las derrotas
Para Alberto Contador no hubo una derrota más dolorosa que aquella que llegó en septiembre de 2010, cuando se reveló la presencia de clembuterol en una muestra durante la segunda etapa del Tour que se celebró en julio y que él había ganado. Se le castigó por dos años.
Sin embargo, ante lo inusual de la sustancia –cuando el mundo del ciclismo estaba azorado por el EPO–, Contador inició una defensa fincada en prorrogas, las cual le permitió seguir en competencia. Fue hasta el 6 de febrero que el Tribunal de Arbitraje Deportivo (TAS) confirmó su sanción y le quitó el Tour de 2010 y el Giro de 2011, parando seis meses para cumplir esos dos años.
“Fueron seis meses, porque como la sentencia no tenía ya ningún sentido (después de haber competido) pusieron una resolución que volvía para atrás, que me quitaban victorias, pero que a los seis meses podía volver a competir. Era la primera vez en la historia que se dio una sentencia tan absurda. No fue tan difícil parar esos seis meses, pero sí, fue una decepción enorme, una desilusión de decir ‘cómo esto puede suceder, es increíble’, pero gracias al apoyo de los patrocinadores y de los aficionados, fue lo que me dio fuerza para seguir, me apoyaron todos, porque creían plenamente en mí”.
El ciclismo de ahora
Del ciclismo actual, ese que comenta y analiza en las grandes competencias, Contador afirma que “ha sido algo a nivel global, se ha profesionalizado aún más, es un ciclismo muy global, no para en todo el año, empieza en enero y termina en noviembre y diciembre, el sistema de entrenamiento se ha perfeccionado. Corredores que tienen 18 años y están ganando carreras”.
Y de México, lamenta que no haya algún exponente: “En México quizá el ciclismo no es tan seguido en cuanto a profesionales, porque no hay tantas pistas profesionales, pero sí practicantes; es increíble la afición que hay en México, me consta a través de las redes de que hay un boom tremendo, montando en bicicleta”.
Hoy Alberto sigue sin despegarse de la bicicleta, ya sin la adrenalina de un profesional, pero sí con la pasión de un eterno enamorado de este deporte.
FRASE
“Yo tenía tres sueños: uno era ser ciclista profesional, otro era competir en el Tour de Francia y otro era ganarlo”
Alberto Contador
Ex ciclista
ADEMÁS
UN EMBAJADOR DEL TOUR
Alberto Contador es embajador de L’etape, la organización que busca promocionar el Tour de Francia en diferentes países, como México. Al respecto, el ex cliclista comenta: “Es la esencia de L’etape que lo que consiste es llevar la Tour de Francia a otra parte del mundo, que la gente pueda sentir que está participando en una etapa de la Tour de Francia, es lo que hace la diferencia en cuanto a otros fondos”.
MGC