Alberto Rodríguez está listo para colgar los guantes al finalizar la noche del sábado 7 de diciembre. Sin importar el resultado que tenga ante Tito Ortiz, el mexicano, quien es mayormente reconocido por su papel como luchador, no volverá a pisar una jaula de MMA de forma profesional.
“Yo me voy. Esta es mi última pelea. Arabia Saudita nos puso una oferta, pagando el doble de lo que estoy ganando para esta pelea, pero yo ya dije que no”, apuntó el mexicano quien disfrutó de un importante apoyo en la Payne Arena, sede del evento.
Durante la ceremonia de pesaje, misma que ambos libraron sin problemas en McAllen, Texas, Rodríguez y Ortiz tuvieron un primer altercado de lo que les espera, pero para el mexicano, esto solo fue un juego, y la realidad se dará mañana.
“Es normal. Los temperamentos suben, especialmente cuando de un lado, uno de los peleadores, Tito, no tiene cerebro. Como se lo dije aquí arriba, se contradice en todo lo que hace y dice, sus creencias. Dice que quiere ser la cara de esta empresa que es de latinos y mexicanos, cuando no quiere a los latinos y mexicanos en Estados Unidos. Le dije muchas cosas y él fue el primero en empujarme”, dijo Rodríguez, quien en su historia dentro de las Artes Marciales Mixtas tiene una marca de 9-5.
Para el excampeón de la WWE, esta nueva aventura en las MMA es muy diferente a lo que vivió hace más de una década cuando decidió encaminarse a los encordados y seguir la tradición de la lucha libre de su familia
“Si este Alberto hubiera estado en Japón hace 20 años, hubiera destrozado absolutamente a todos. Soy mas técnico, tengo mas velocidad. Recuerdo mi primer campamento (en las MMA), fui miserable, era otra época, todo era cerrado, nadie quería ayudar a nadie”.
Con sus 42 años, el apodado como El Patrón dice no tener ningún tipo de presión, y al igual que el personaje de Rocky Balboa, solo quiere cumplir un sueño.
“Como decía Rocky Balboa, quiero sacar esa bestia del sótano. No me hago tonto, me retiré durante 14 años. Cuando hiciste un entrenamiento tan fuerte, lloraste, sangraste en un campamento, llegas muy tranquilo”.