La clavadista Arantxa Chávez suma cinco participaciones en Campeonato Mundial, siendo en Barcelona 2013 donde tuvo su mejor resultado al conseguir el cuarto sitio en el trampolín sincronizado junto a Laura Sánchez; ahora en la edición de Budapest 2022 la deportista llegará con el principal objetivo de retomar la confianza en sus saltos, tras registrar un clavado de cero en los Juegos Olímpicos de Tokio 2020.
Chávez será la clavadista más experimentada del equipo que va al Campeonato Mundial que se realizará del 17 de junio al 3 de julio, y participará en el trampolín de un metro individual, trampolín de tres metros individual y sincronizado.
Arantxa hará pareja en sincronizado con Esmeralda Nery, quien es parte de la nueva generación de clavadistas, y Chávez siente que pueden tener una destacada actuación, ya que ambas entrenan en León, Guanajuato, y con el mismo entrenador.
¿Cuál es tu sentir de clasificar a otro Mundial?
Me siento muy contenta que después de Juegos Olímpicos ya volví a competir, y el objetivo era clasificar en el selectivo. Todo salió como se tenía planeado. Se vivió como una competencia, regresaron los selectivos, lo que antes era un control técnico, entonces es algo bueno para nosotros los clavadistas y para la nueva generación, porque participarán en el Mundial tengan o no la experiencia para que puedan tener ese fogueo internacional.
¿Ahora a retomar la confianza de manera internacional después de lo sucedido en Tokio 2020?
Mi objetivo es estar en la final, tanto en las pruebas individuales y sincronizada, y espero competir mejor también. Es muy difícil volver después de ese salto de cero, y a lo mejor muchos piensan que estoy como si nada, pero mentalmente es algo estresante, hay duda y desconfianza, pero ese selectivo me sirvió para trabajar ese aspecto, decirme que ya se quedó allá esa falla, que fue un error, y cerrar ese bachecito. Hay que darle la vuelta a la página a lo que pasó en Tokio, y el selectivo fue una buena prueba después de Juegos Olímpicos para volver a competir, agarrar confianza y empezar de nuevo.
Serás la más experimentada del equipo, ¿representa alguna presión para ti?
Son de las nuevas generaciones y ahora sí que se hizo la convocatoria y vinieron los que pudieron. Es bueno que los nuevos talentos compitan en primera fuerza, pues ayuda a que el nivel de los clavados siga aumentando. Van dos compañeras muy jóvenes y es su primera participación en un Mundial, entonces para mí es emocionante que ellas vivan este tipo de experiencia, y hay que tratar de ayudarlas y apoyarlas durante los entrenamientos.
¿Cómo enfrentar el Mundial con una pareja muy joven?
El selectivo fue la primera competencia que tiramos juntas. De hecho, tenemos el mismo entrenador, que es Francisco Rueda, lo cual es más fácil, ya que tenemos la misma técnica, y estamos trabajando juntas más tiempo. Por supuesto ella es más joven, pero nos acomodamos bien y seguiremos trabajando de aquí al Mundial. Ya solo quedan menos de dos semanas para la competencia y es muy poco tiempo para hacer un clavado nuevo. Tal vez un salto nuevo en un metro, pero eso se verá con mi entrenador.
¿Cuál ha sido tu mejor resultado en los cinco mundiales donde has participado?
En el 2013 en Barcelona fui con Laura Sánchez y quedamos en cuarto lugar en el trampolín sincronizado, quedamos debajo de las canadienses. En el 2019 ya no fui por algunas situaciones y ahora regreso al Mundial. Ahora es la primera competencia internacional, porque ya se cancelaron las Series Mundiales. Hay que empezar de nuevo a competir en este ciclo que es muy corto, y es importante hacerlo para continuar clasificando a otros eventos y además llegar a un buen nivel el siguiente año, que será muy importante en las aspiraciones a París 2024.
MGC