“¡Torero!”, Arturo Gilio se doctoró como matador de toros en Perú

El lagunero logró cortar una oreja en el festejo de alternativa que se desarrolló ante un lleno hasta las lámparas en la Plaza de Toros Acho de Lima.

Arturo Gilio. (Especial)
Luis Salcedo Cassio
Torreón, Coahuila /

El matador de toros lagunero, Arturo Gilio Quintero, logró cortar una oreja en su segundo de al tarde en el festejo de alternativa que se desarrolló ante un lleno hasta las lámparas en la Plaza de Toros Acho de Lima, Perú, donde alternó con las primeras figuras del toreo mundial, Julián López 'El Juli', quien cortó dos orejas y el ídolo local, Andreś Roca Rey, quien fue el triunfador con tres apéndices.

Arturo pudo haberse llevado más este domingo, pero falló con el acero tras una gran faena en su primero de la tarde.

Para el segundo, cerró plaza y lo hizo con una estocada hasta las cintas, fulminante, que le valió una oreja y es así desde este domingo 13 de noviembre de 2022 que La Laguna tiene un nuevo matador de toros.

Abrió plaza el lagunero Arturo Gilio con "Sabueso" del Puerto de San Lorenzo, ejemplar de 482 kilos. Gilio le dio las buenas tardes vestido de blanco y oro.

Gaonea por izquierda sacó el primer "Olé" desde los tendidos de la Plaza Acho que lució un lleno hasta las lámparas.

Con rodillas en tierra, verónica y una rebolera, Gilio sorprendía con estos sendos capotazos.

Tras las varas y las banderillas, se llevo a cabo la ceremonia de la alternativa en el ruedo, "El Juli" le entregó a Arturo la espada y muleta, los trastos con los cuales Arturo Gilio dejó de ser novillero y se doctoró como matador de toros.

En esos momentos ya había tres matadores en el ruedo. El primer brindis como matador de toros por parte de Arturo Gilio Quintero, fue para su padre, Arturo Gilio Hamdan.

Con muleta, Gilio inició de rodillas en la arena, derechazos coreados, la Plaza de Acho se le entregaba al de Torreón.Toro con temple al cual le dio unos tremendos derechazos y remató con muletazo de pecho.

Siguió con una faena derechista, un ejemplar que iba a todas, Arturo lo aprovechó con naturales rematados con muletazos de pecho, una faena muy bien hecha y estructurada.

Al matar, el primer estocaso se fue de costado, muy caído, salió por el costillar del toro, lo que provocó la protesta del público, se escuchó un aviso, mató al segundo intento, yéndo cabizbajo frente a la autoridad, llevándose sólo palmas.

Julian López 'El Juli' Tampoco tuvo suerte con el acero y no logró cuajar una buena faena , llevándose silencio.

Tocó el turno al local, Andrés Roca Rey, quien dio una gran faena, una muy variada, vueltas de campana y suertes coreadas, una estocada contraria a "Cara Sucia", llevándose dos apéndices y ovación de pie.

Salió Julián Löpez "El Juli" para su segundo de la tarde, "Inspector", el cual le exigió, muletazos de costado y en redondo, una faena con una gran exposición y determinación, estocada en todo lo alto, rotunda su manera de entrar a matar, así se llevó una oreja.

Roca Rey ante "Bohemio", un astado de 455 kilos, le dio apenas un quite con capote, un toro que no tenía ni la fuerza ni la bravura suficiente, en varas sólo apenas fue marcado.

En el último tercio fue metiendo de a poco a un todo que se quedaba parado, no tenía un lado por dónde torear, al son de "La Marinera", unos cambios por la espalda, voluntarioso, se tira a matar, el toro no dobló y recurrió a descabello.

Lo anterior le valió una oreja y así el peruano sumó tres en esta tarde ante su gente. Cerró plaza con el sexto del festejo, el mexicano Arturo Gilio, lidiando a "Buen Mozo", al cual saludó con capote de Chicuelinas.

Gran expectación por parte del público que guardaba silencio para presenciar la faena del lagunero.

Pases por la espalda y derechazos de pecho. Gilio se plantó muy bien en la arena, ante un toro que colaboró poco.

El de Torreón se vio voluntarioso y se metió en los pitones del toro, logró sacarle buenos pases por izquierda y derecha y desplantarse frente a los pitones y escuchar la ovación de la gente y los "olés" coreados.

Una aruzina muy vistosa que soltó ovación de pie. Gilio sacó todo el jugo que pudo a astado, ante los gritos de "torero" por parte del tendido. Cerró su actuación con manoletinas, emulando al gran "Manolete".

Importante que nadie se había movido de sus asientos, Gilio se perfiló a matar, una gran estocada hasta las cintas y contundente, porque quedó muerto el toro patas arriba sin puntilla.

Así se doctoró como matador el lagunero que se llevó una oreja, en una tarde histórica para Perú y sobre todo para el nuevo matador de Torreón.

aarp

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