Arturo Saldívar deja escapar la consagración en la Corrida nocturna de Las Luces en la Plaza México

En la función, Diego Sánchez que terminó herido y Fernando Robleño tuvo mucha actitud, pero no opciones

Arturo Saldívar deja escapar su consagración en la Corrida Nocturna (Jorge Matchain)
Octavio Lagunes Alarcón
Ciudad de México /

Arturo Saldívar no cuajó a un toro que lo hubiese puesto en la cumbre. Voluntad de Diego Sánchez que terminó herido. Robleño, quien confirmó, tuvo mucha actitud, pero no opciones.

Primera de temporada 2024. Corrida nocturna de Las Luces Noche con algo de viento y un tanto fría. Buena entrada.

Siete toros de diversas ganaderías. Todos muy bien presentados con pitones desarrollados. Dignos para esta Plaza.

Juego del ganado. Número 1 de Santo Tomás. Emotivo y bien puesto. Derrotaba al final de los muletazos. Segundo de Fernando Lomelí alto de agujas y manso con el caballo. Segundo bis. Sustituido por uno de Santa Inés que se fue para arriba por su casta. Tercero de Santa María de Xalpa que repetía, pero era incierto. También se fue para arriba. Cuarto de Santa Inés. Débil, poco emotivo. Quinto Veleto de Los Encinos que metió la cabeza y duró poco. Sexto de Villa Carmela complicado.

Posterior a una ceremonia religiosa muy larga, Fernando Robleño, ataviado de acero y oro, pechó con el peor lote. Confirmó su alternativa en esta Plaza y se zumbó un toro que le pegaba fuerte derrotes, y, aun así, se jugó el pellejo parándole los pies. Voluntad de Robleño que pasó fatigas. Pinchazo y entera suficientes. Silencio. Ante el quinto, un toro sin contenido ni sustancia, Robleño se pasó de faena para tratar de agradar sin reconocimiento popular. Cuatro pinchazos, un aviso. Pésimo con los aceros y salió abucheado.

El hidrocálido Arturo Saldívar, vestido de lila y oro, vio como el Juez Braun determinó, sin razón reglamentaria, regresar a un manso de libro. Lidio un sustituto de Santa Inés que le pidió el carnet de torero. Voluntarioso quite poco emotivo de Saldívar y buenos pares de Gerardo Angelino. El toro tuvo movilidad y transmisión y Saldívar sudó tinta para dejar los pies quietos. El toro le exigió y decidió matarlo. Entera contraria suficiente. Arrastre lento al toro. Se salió al tercio a recibir ovación. Ante el quinto, de los Encinos. Saldívar se mostró confuso y se vino abajo junto con el toro. No se entendieron y acabó pinchándolo en varias ocasiones. Mala tarde de Arturo.

El tercer espada, Diego Sánchez vestido de azul rey y oro, quien representa a todos los que deseamos que un torero hidrocálido encienda de nuevo los ruedos. Diego logró pegar algunos buenos muletazos asentados, pero no acabó por entender al toro y terminó por hacer alardes de valor más que de torero. Demasiados enganchones. Media tendida. Silencio. Cerro plaza y tardó en entender al de Villa Carmela. Empezó con enganchones y acabó limpiando los muletazos. Quiso pegar una luquecinas y fue levantado, sufriendo aparentemente una cornada en la pantorrilla derecha. Mató de pinchazo. La gente le grito exageradamente "torero, torero". Esta plaza, a cualquier torero que se levanta de un revolcón, le concede esa condición, sin que en realidad lo merezca de verdad. Mató como pudo. Ligera petición de oreja, no concedida.

Ceremonia religiosa previa muy larga, pues no es la costumbre en esta Plaza. Ganado de diversas ganaderías con toros bien presentados que transmitieron emoción a los tendidos. Saldívar dejó ir el triunfo pudiendo consagrarse esta noche. Sánchez debe repetir para ver si puede consagrarse como un hidrocálido diferente a toda esa afición que merece una real figura. Robleño merece regresar con mejor suerte.

La próxima corrida será de hasta el 17 de noviembre con una corrida internacional de rejones y forcados con toros de Marrón.


​RGS

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