Con las palmas de los espectadores y las voces de los futbolistas en el campo, el estadio de Saitama 2002 albergó a 7 mil personas que contemplaron un partido de futbol de la liga de Japón.
Este es el modelo nipón para el regreso de los espectadores a las competiciones deportivas durante la pandemia de coronavirus, que ha permitido que cada vez haya más público en las gradas y que está siendo estudiado con atención por los organizadores de Tokio 2020 de cara a los Juegos Olímpicos previstos para el próximo verano.
El Estadio Saitama 2002 tiene un aforo de 63 mil 700 espectadores, pero en el partido de la J-League disputado en el feudo de los Urawa Reds contra el Yokohama FC había unas 7 mil personas, debido a que los clubes de la primera división nipona han decidido por ahora mantener la entrada por debajo de los 10 mil espectadores con el objetivo de ir aumentándola progresivamente hasta el 50 por ciento del aforo.
Todos los asistentes debían pasar por un control de temperatura corporal y lavarse las manos con gel desinfectante a la entrada, remitir datos personales y de su estado de salud durante los últimos días y llevar mascarilla.
Además, en las gradas se aplica un distanciamiento de al menos un metro entre cada espectador -de modo que al menos haya un asiento vacío entre cada aficionado-, y se impone un estricto código de conducta que prohíbe el contacto físico y todo acto susceptible de dispersar partículas de saliva en el aire.
No se permite por tanto cantar, gritar, silbar con los dedos, usar megáfonos, agarrarse del hombro o abrazarse, según las directrices de la liga nipona, que en cambio sí permiten animar a los equipos tocando las palmas o usando carteles, bufandas y banderas.
Los aficionados nipones al futbol y al beisbol, los dos deportes más populares del país, pueden volver a disfrutar de las competiciones nacionales en vivo desde comienzos del pasado julio, cuando el Gobierno comenzó a relajar las restricciones de acceso sobre eventos multitudinarios con motivo de la pandemia.
Japón dio un paso más el pasado día 19 al permitir una entrada mayor de público en los estadios y tiene previsto seguir avanzando en este sentido, siempre que el número de nuevos contagios de coronavirus siga bajo control y manteniendo medidas de seguridad sanitaria.
El comité organizador de los Juegos de Tokio y el COI señalaron esta misma semana el caso nipón como ejemplo de que es posible la presencia de espectadores en las gradas pese a la pandemia, y vienen enviando a observadores a los estadios para aprender lecciones prácticas y su potencial uso para los JJOO retrasados al próximo año.
RGS