Daniel Aceves y una medalla que no estaba en los planes en Olímpicos de 1984

Edición Fin de Semana

Hace 36 años Daniel Aceves logró la plata en Los Ángeles 1984, presea que le supo a oro, aunque las autoridades deportivas no le dieron gran trascendencia.

Daniel Aceves (La Afición)
Ciudad de México /

En los Juegos Olímpicos de Los Ángeles 1984, la Delegación Mexicana consiguió seis medallas: dos de oro, tres de plata y una de bronce, y una de las que no esperaban las autoridades deportivas fue la plata obtenida por Daniel Aceves en lucha grecorromana.

“Muchas cosas en la vida suceden por algo, y es una medalla que la lucha mexicana había buscado durante muchos Juegos Olímpicos, donde solo se clasificaban en el quinto o sexto lugar, y siempre he pensado que México pudo ser una mayor potencia, pero me siento muy agradecido por ser deportista olímpico y medallista”.

El 2 de agosto de 1984, Aceves dio la primera medalla a México en esa justa, e incluso fue la primera para un latinoamericano en ese deporte, pero las autoridades de nuestro país no esperan tal resultado, ya que su enfoque estaba en que las preseas cayeran en atletismo y boxeo. Incluso, Daniel recuerda que el entonces presidente del Comité Olímpico Mexicano (COM), Mario Vázquez Raña, le dijo que ya no metiera la protesta en el combate por el oro que perdió ante el japonés Atsuji Miyahara.

“Me tocó competir contra Turquía, Ecuador, China, Francia, Finlandia, y la final fue con Japón. Una final muy cerrada que sinceramente yo gané, ya que hubo un toque de espalda que no dieron los árbitros. La única decepción que tuve es que el presidente del COM rechazó mi petición de protestar el combate. Yo le dije que había ganado la lucha, pero me respondió ‘No, no, la plata está muy bien. No generes ningún problema’. Fue el único sentimiento de frustración que viví, y entiendo que era la primera medalla de la Delegación Mexicana, una de plata que no esperaba por las autoridades deportivas, y sabían que caerían más en la caminata, entonces no le dieron la trascendencia a mi medalla”, expresó el ex deportista.

A pesar de ese detalle, Aceves disfrutó el haber obtenido una medalla olímpica, la cual empezó a soñar desde que tenía 10 años.

“Siempre fui disciplinado, constante, y bajo esa circunstancia creo que nací para luchar, y al final y al cabo fue algo que me fue construyendo para avanzar desde las categorías infantiles y juveniles, y llegar al sueño que asumí desde los Juegos Olímpicos de Montreal 1976 cuando vi ganar a Daniel Bautista, a Nadia Comaneci, a Juan Paredes, y que te va marcando esas escenas. Hay momentos que una vivencia o un sonido te dejan entusiasmado, y a mí me pasó al ver los 10 años los Olímpicos de Montreal 1976 a través de la televisión”, mencionó.

Así, a los 11 años, Daniel comenzó a practicar deporte, pero primero lo hizo con la intención de mantenerse activo físicamente y atacar su obesidad.

“A los 11 años ingresamos al deportivo Guelatao, ubicado la Lagunilla de la Ciudad de México, yo nací en la colonia Guerrero, y los recuerdos fundamentales es que en vez de encontrar un ring, una capa y máscaras, encontramos un grupo de jóvenes que participaba con diversos ejercicios físicos, gimnasia, pesas y futbol. Yo era un niño con sobrepeso, a mí me dio hepatitis a los siete años, y uno de los principales entusiasmos es que empecé a bajar de peso a través de la lucha. No inicié destacando, por eso siento que los campeones no nacen, sino se hacen”, indicó.

Así, Daniel poco a poco destacó en el camino de la lucha grecorromana a nivel nacional e internacional.

“Fue una trayectoria de 14 años, donde tuve más de 545 combates, fui 10 años campeón nacional invicto, aunque siempre hay fracasos pasajeros y lesiones. Encaminarme al ciclo olímpico participando a nivel de Centroamericanos, Panamericanos, donde también fui medallista, además ser campeón mundial juvenil, y llegar a los Olímpicos reconocido como uno de los seis mejores luchadores en ese momento”, señaló.

Después de ganar esa medalla de plata, Aceves continuó en el podio internacional como en el Mundial militar de Moscú 1985, donde logró plata, además, al siguiente año quedó segundo en la Copa del Mundo en Tokio, resultados que lo encaminaban rumbo a los Olímpicos de Seúl 1988, sin embargo, las lesiones en la rodilla lo dejaron fuera de esa posibilidad, por lo tanto, en 1989 decidió retirarse deportivamente y desde ese mismo año inició una nueva etapa en la administración pública.

Con sangre de luchador

Daniel Aceves es hijo de Bobby Bonales, quien fuera luchador profesional y quien fue su inspiración para dedicarse a este deporte de manera amateur e incluso profesional.

“Mi papá estuvo dentro del cartel inaugural de la Arena México y la Arena Coliseo, fue un antagonista permanente de El Santo, a él le ganó el Campeonato Mundial que ostento en peso welter en 1956, y fue parte de esa época dorada de la lucha libre y que acompañó la aparición de la televisión en México. Como niño y parte de esta vivencia al ver a mi papá entrenar y tener contacto con los luchadores, crecí con el entusiasmo de ser luchador, fundamentalmente de la lucha libre”, dijo el ex deportista.

Incluso estuvo tres años practicando la lucha libre con el nombre de Siglo XXI.

“Fui luchador profesional por darme el gusto de serlo, y no como un medio de vida. Participé tres años en el Consejo Mundial de Lucha Libre, y lo hice honrando a mi papá, quien falleció en 1994, y siempre él tuvo la expectativa de que yo fuera luchador profesional. En esa etapa pude alternar programas con el Místico, ahora el Carístico, tuvimos la fortuna de tener un aprendizaje porque son disciplinas diferentes. Fue un poco homenajear a mi papá, su historia, y aunque mi familia estuviera en contra, los tres años que estuve ahí son legados y que me hacen sentir contento”, sentenció.

Otra lucha en su cargo público

Daniel Aceves es actualmente el presidente de Medallistas Olímpicos de México, y recientemente en su cargo luchó porque no desapareciera el Fondo para el Deporte de Alto Rendimiento (Fodepar), ya que era un apoyo importante para los deportistas activos en su preparación rumbo a competencias internacionales, y donde también sale la beca para que los medallistas olímpicos y paralímpicos.

Además, el ex luchador ha tenido distintos cargos públicos importantes como en la Sedesol y la Conade, y actualmente es director de la Fundación Alfredo Harp Helú.

“En 1989 tuve la inquietud de participar en la administración pública, fue el primer medallista olímpico en tener un cargo de elección popular, y esto fue en la Asamblea de Representantes del Distrito Federal, lo que es hoy el congreso local. Entonces decidí buscar sueños para ir en busca de otros, y a mí me ha apasionado la administración pública, donde ya tengo 35 años desde que fui marinero de la armada de México, y hasta hace dos años que estuve en la administración pública federal”, mencionó.


  • Carlos Cruz
  • carlos.cruz@milenio.com
  • Reportero en La Afición desde marzo del 2006. Egresado de la Licenciatura de Comunicación Social en la Universidad Autónoma Metropolitana. Ha cubierto tres Juegos Olímpicos (Londres 2012, Río de Janeiro 2016 y Tokio 2020).

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