El 28 de julio del 2019 es un día que quedó marcado para la taekwondoín Daniela Rodríguez, ya que salió a competir en sus primeros Juegos Panamericanos, en Lima, pero el objetivo de concluir con una buena actuación después de un arduo trabajo previo, no fue posible, pues la deportista inició un camino que nunca se imaginó: el de una larga y dolorosa rehabilitación.
“Mi foco siempre fue el regresar a competir, porque es algo que me gusta y apasiona, y que me llena de energía y alegría, y desde lo que me pasó en Lima no paré en ningún momento, siempre estuve conforme a lo que me decían los doctores, si tenía que descansar lo hacía, o si debía hacer tal ejercicio lo realizaba; fue un proceso de mucha paciencia y tolerancia. Fue un cambio drástico y tuve que aprovechar cada momento, aprendí mucho en este proceso”, señaló Rodríguez.
Ese día, Rodríguez salió al tatami para competir en la modalidad equipo freestyle, donde tenía la intención de dejar huella en el debut de la modalidad de formas en la justa continental, sin embargo, a la mitad de la rutina se dio cuenta de que algo andaba mal, sintió rara la rodilla y comenzó la preocupación.
“Ya sabía que algo no estaba bien y eso me preocupaba, y la verdad sí estuvo feo. Fue cuestión de segundos, al dar el mortal atrás nada sentí cómo tronó la rodilla, y dije ‘ahora sí ya valió’, me caí, estaba en el piso. Leonardo Juárez se me quedó viendo y yo con la cara de dolor, pero me paré y traté de terminar la rutina, en mi mente pensaba ‘por favor que no esté rota’, porque escuché claramente cómo tronó”, declaró Rodríguez.
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Después vino un proceso muy duro y largo para la jalisciense, y lo primero fue terminar de lamentarse que a ella le hubiera sucedido dicha lesión.
“Cuando me sacaron del área lo hice llorando, pensando que eran Juegos Panamericanos y cómo me puede pasar esto, por qué a mí, me hice muchas preguntas, y me estuve torturando mucho tiempo sin querer ver el video. Después lo vi y llegué a la conclusión de que no vale la pena estar así y tenía que seguir adelante”, indicó.
Al regresar a México, Rodríguez comenzó con una terapia y pensaba que podría evitar una operación, sin embargo, al volver a practicar el taekwondo se dio cuenta de la realidad en la que se encontraba su rodilla.
“Después de lo que pasó en Lima hice una rehabilitación cuando me dijeron que no era necesaria una operación, y lo hice tan bien que pude durar dos meses con la rodilla desecha, y seguía haciendo ejercicio, y hasta hice taekwondo de nueva cuenta, hasta que después se me fue la rodilla dando una patada y dije ya no es normal. En ese momento me hicieron una resonancia y me tuvieron que operar. Me destrocé la rodilla, tuve ruptura del 98 por ciento del ligamento cruzado anterior, se me rompieron los dos meniscos, uno se tuvo que suturar al 100 por ciento, y al otro solo mantenimiento, también se dañó el ligamento colateral medial y el lateral, pero se pudieron regenerar en los dos meses previos que tuve de fortalecimiento y rehabilitación”, explicó.
El 11 de octubre del 2019, finalmente Daniela fue operada y de inmediato comenzó su proceso de rehabilitación, ya que tenía el objetivo de competir en el Mundial de Poomsae en Dinamarca, en mayo del 2020, que finalmente fue cancelado por la pandemia del covid-19.
“La Conade habló conmigo y me preguntó ‘quieres regresar a hacer taekwondo o llevar una vida normal, de hacer ejercicio’. Contesté que quiero seguir en el taekwondo, y me respondió ok, entonces te vamos a operar. Hablé con Conade y les dije que tenía los días contados, y haré todo lo que esté en mis manos para llegar al Mundial, y mínimo en ir en formas y no en freestyle, así que desde antes que pudiera pisar ya estaba en rehabilitación en el CNAR, donde hacía flexiones en la rodilla, entonces era moverla, y fue la parte más dolorosa de toda la rehabilitación, dolía como nunca, y lloraba cada momento, pero sabía que si no hacía eso mi rodilla no estaría bien, y recuperé esa flexión y extensión muy rápido”, expresó.
Después de prácticamente siete meses de la operación, Daniela volvió a las competencias y lo hizo en el torneo virtual de Poomsae que realiza la Federación Mexicana de Taekwondo, donde tuvo que mandar unos videos realizando formas para participar y ser calificada por los jueces.
“Llevo menos de un mes practicando taekwondo, y ya mandé mis primeros videos de competencia, y los mandé para simplemente sentir que ya estoy regresando, y sé que siempre quiero dar lo mejor. Fue una competencia que disfruté mucho y me gustó sentir esa emoción. Disfruto practicar taekwondo y hace poco me preguntaron que cuándo pensaba retirarme, pero no, quiero seguir compitiendo a nivel nacional e internacional, y por supuesto en el siguiente Mundial”, dijo.
Así, Daniela, quien obtuvo tres oros en los Juegos Centroamericanos y del Caribe de Barranquilla 2018, ha vuelto al tatami y luego de tener esa amarga experiencia en su carrera deportiva, ahora se encuentra lista para volver a mostrar sus rutinas.
RGS