Autoridades del gobierno de la Ciudad de México y el medio taurino defienden sus posturas ante la propuesta de la jefa de Gobierno, Clara Brugada, de celebrar corridas de toros sin violencia; con el objetivo de salvaguardar el bienestar del animal en el ruedo.
Esta iniciativa pretende que las corridas de toros continúen, pero sin sangre y violencia y, sobre todo, que una vez que termine el espectáculo el animal regrese a su ganadería; además, durante la faena no se hará uso de banderillas, espadas o puyas que afecten el bienestar del astado.
Ante esta situación, el matador mexicano, Ernesto Javier El Calita, charló con MILENIO-La Afición sobre el tema, externando su preocupación por este conflicto.
“Estamos en una época donde queremos que se respete nuestra forma de pensar, de vivir y de sentir la vida. Creo que el acabar con la tauromaquia, sería ir en contra de nuestros derechos como seres humanos y de nuestra libertad de pensar, de ver realmente quién crea un bienestar al toro de lidia somos los mismos taurinos y los ganaderos en concreto que dejan su vida para criar el animal que para mí, es el animal más bonito del mundo”, comentó el matador.
Ernesto fue claro con lo que se desarrolla en una faena, pues el objetivo no es hacer sufrir al burel, ya que un toro de lidia produce hormonas y hace que se crezca ante el castigo.
“Que de nuestra parte entiendan que no toreamos por hacer sufrir o torturar como ellos llaman al toro de lidia, al contrario, nosotros le tenemos un gran respeto y admiración. Cada parte de la faena tiene un sentido y un por qué. Se han hecho estudios científicos donde se ha demostrado que el toro genera una hormona que se llama betaendorfina, que genera que no produzca dolor y hace que el toro continúe embistiendo, que se crezca, digamos, al castigo. Porque al final de cuentas lo que nosotros buscamos es provocar una emoción mediante nuestra destreza”, agregó.
El gremio taurino, con preocupación
El Calita ha hablado con sus colegas y todos se han mostrado preocupados, con mucho estrés y, sobre todo, con incertidumbre.
“Hay mucha preocupación, hay mucho estrés y, sobre todo, hay mucha incertidumbre. Porque lo que queremos es ser escuchados. Y creo que hay parte del gobierno que no está cerrada. La misma Presidenta (Claudia Sheinbaum), lo comentó hace unos días, la importancia cultural y económica que tiene la tauromaquia”.
Mensaje a los antitaurinos
Si bien no comparte la opinión de los antitaurinos, Javier respeta cada una de sus palabras, ya que la tauromaquia le ha dado esa educación y valores.
“Respeto, yo tengo esa educación que parte de ella me la ha dado la tauromaquia. Pero sí es verdad que a la tauromaquia le han creado un prejuicio. Yo lo único que pido, primero que nada es respeto. Porque lamentablemente la gran mayoría de los antitaurinos han demostrado una actitud muy radical y muy violenta”, añadió.
La resolución de la iniciativa se llevará a cabo el martes; sin embargo, Javier espera que las autoridades razonen.
“Obviamente te mantiene en las cuerdas y ahorita tengo ese miedo de no poder expresarme en la Plaza México, pero yo creo que con la base que ha sentado la presidenta, la doctora Claudia Sheinbaum, yo creo que los diputados serán conscientes y tendrán más delicadeza, y espero que de aquí al martes tengan esa apertura. Pero obviamente sí vivo con esa incertidumbre. Le tengo más miedo ahora a un diputado que a un toro de lidia”.
El pasado domingo 23 de febrero, El Calita indultó en el coso de Insurgentes a “Hechicero”, el triunfo más grande para un matador, que el toro regrese a su casa y se preserve su especie.
“Hubiera sido yo un poco egoísta, si hubiera agarrado la espada y hubiera puesto fin al toro, el triunfo hubiera sido nada más para mí, hubiera cortado las orejas y de igual manera hubiera salido en hombros de la Plaza México, pero valoré a un toro que entregó su vida con esa fiereza, con esa fortaleza, con esa integridad que solo tiene el toro de lidia”, concluyó.
La Clave
Este martes se votará en el pleno del Congreso de la CdMx la iniciativa sobre si las corridas de toros se convierten en un espectáculo taurino sin violencia.
FCM